Cuando concluye la jornada laboral tarde en la noche, Yosvany Jérez Fuentes tiene que distribuir en el camión que maneja a varias decenas de constructores en un largo trayecto por La Habana, Santiago de las Vegas, San Antonio de los Baños, Quivicán y Bejucal, este último el municipio de Mayabeque donde radica la brigada 25 del Contingente Blas Roca Calderío. Llega de madrugada a la casa para volver a salir a las cinco de la mañana en el mismo camino de vuelta. “Casi no duermo”, dice con orgullo por su labor de chofer.
Junto con integrantes de la brigada 3 de la misma emblemática fuerza constructora, ellos laboran desde hace poco más de una semana en la edificación de viviendas para las familias damnificas por el reciente tornado que azotó a la capital, en lo que antes fuera el Hogar de Ancianos 24 de febrero, sito en la Calzada de Diez de Octubre, entre Santo Suárez y Enamorados.
Este proceso de adaptación de locales para convertirlos en casas es una de las medidas que con más rapidez pueden ofrecer resultados como parte de la recuperación, para los casos de derrumbes totales en los municipios más afectados por el desastre.
“Ya comenzamos la construcción de las primeras diez viviendas, ocho de un cuarto y las otras con dos habitaciones, además de la sala, cocina y baño, que debemos terminar en veinte días”, explicó Luis Martí Obregón Vera, ejecutor de la Brigada 25.
Solo en este antiguo Hogar lo previsto es levantar 40 casas, informó a Trabajadores Soraima Martínez, directora de operaciones del Blas Roca, en un proyecto a cargo de la empresa de Diseño Ciudad Habana (DCH), que el viernes último entregaba todos sus planos.
“La labor será por etapas, en la medida que el inmueble adquiera su habitabilidad mediante la restauración progresiva de las cubiertas, las instalaciones eléctricas e hidráulicas, y otras condiciones en el edificio, que permitan su entrega por etapas”, amplió Martínez.
Vecinos de la zona que transitaban por la populosa calzada habanera plantearon a Trabajadores su inquietud sobre la reconversión del Hogar de Ancianos, un tipo de instalación también muy necesario en uno de los municipios con mayor envejecimiento poblacional, y donde están disponibles desde hace décadas —como en esa misma cuadra del 24 de febrero— numerosas parcelas de antiguos edificios derruidos.
“En el municipio hay otros dos asilos, y este permanecía cerrado desde diciembre de 2013, porque tenía problemas de filtración y peligro de derrumbe, así que me parece bien que lo rescaten para las familias que perdieron sus casas”, comprendió sin embargo Milagros López Murillo, quien junto con otros diez trabajadores más de la Salud permanecían desde entonces laborando en la recepción y custodia del inmueble, y que ahora deben esperar su reubicación.
“La selección de este tipo de locales obedece a que es mucho más rápido su adecuación como viviendas, pues ya están urbanizados, o sea, tienen instalaciones de agua y electricidad, lo cual permite una respuesta más ágil a la difícil situación de las personas damnificadas”, argumentó la directora del Contingente Blas Roca.
De acuerdo con la directiva, la brigada 29 de esa fuerza constructora también labora en la edificación de 23 viviendas más en el Consejo Popular Jesús del Monte, así como en el Hospital Materno Infantil de Diez de Octubre, conocido como Hijas de Galicia, donde trabajadores de otras cuatro brigadas deben entregar la obra el próximo 20 de febrero con todos sus servicios ingenieros.
Este domingo está prevista la culminación de las redes hidráulicas de la importante instalación sanitaria, que tuvo un gran impulso esta última semana mediante el trabajo conjunto de la brigada 3 y la empresa de Aguas de La Habana, para ubicar en su azotea las baterías de tanques de agua que requiere el hospital y comenzar las pruebas del sistema.
“Hay que repartir todos los locales vacíos que estén disponibles para construir viviendas, no solo para las familias afectadas por el tornado, sino para otras que ya estaban albergadas —expresó por su parte Danilo Luis García González, vecino de la zona afectada— Se han entregado ya varios, y la gente está muy contenta con eso”.
