Ciudad de Panamá.- El béisbol tiene vericuetos increíbles en cuanto a estadísticas, sistema de competencias y fórmulas para decidir empates. Tras la victoria sensacional 9-4 de los Charros de Jalisco, de México, sobre los Cardenales de Lara, de Venezuela, este viernes, las puertas de los Leñadores de Las Tunas, de Cuba, para acceder a la final se abrieron grandemente, pues con solo un éxito, sea el marcador que sea, sobre el conjunto venezolano serán ellos los líderes del Grupo A y avanzarían a la final de la 61 Serie del Caribe de Béisbol contra un presumible Toros de Herrera, de la nación anfitriona.
La noticia trasciende y se explica de la siguiente manera. Un triunfo cubano igualaría con dos éxitos y dos fracasos a los tres equipos del apartado A, por lo que se aplicaría como criterio de desempate la segunda opción que establece el reglamento: la fórmula TQB, pues cada elenco perdió y ganó entre ellos una vez y por tanto no puede aplicarse el primer punto de la regla que serían los encuentros entre ellos.
El TQB (carreras anotadas dividido entre entradas jugadas a la ofensiva menos carreras permitidas dividido entre entradas jugadas a la defensa) favorecería siempre a Cuba en caso de una sonrisa, sea cual fuera el marcador. Hasta la fecha, Los Leñadores acumulan un coeficiente negativo (-0.006), los Charros que ya concluyeron su actuación se quedaron en 0.000; mientras que los Cardenales presentan 0.016.
Sin embargo, cualquier victoria de la tropa de Pablo Civil le daría un coeficiente de 0.027 o más; en tanto para los venezolanos el coeficiente siempre quedaría en negativo e irían a parar al tercer puesto del Grupo.
Es decir, el partido cobrará más emociones en el estadio Rod Carew desde la 1:00 de la tarde del sábado, pues Cuba pudiera estar a las puertas de ir a discutir por segunda ocasión desde su regreso a estas lides en el 2014 una final de la Serie del Caribe.