Ciudad de Panamá.— Bendecidos por el brazo de Lázaro Blanco, otra vez liderados a la ofensiva por Alfredo Despaigne y beneficiados por la fórmula del TQB, los Leñadores de Las Tunas despacharon 3-0 a los Cardenales de Lara y prenderán su fuego en la final de la 61 Serie del Caribe de Béisbol, cuando enfrenten a los Toros de Herrera este domingo en el estadio Rod Carew (4:00 p.m.)
El partido que le dio el pase a la discusión del título a la tropa de Pablo Civil comenzó con una amenaza seria en el mismo primer inning ante el gigante Blanco, quien aceptó lanzar con cuatro días de descanso – en lugar de los cinco habituales— y se notaba quizás más trabajador que de costumbre al punto de realizar en cinco episodios nada menos que 113 envíos, con cinco hits permitidos, cinco ponches y tres boletos.
Sobre el abridor Raúl Rivero y tras dos outs en el pizarrón, la tropa tunera enfiló sus cañones en el tercer capítulo y fabricó dos carreras, la primera de ellas remolcada por cañonazo de Despaigne al izquierdo y la segunda por boleto a Carlos Benítez con los ángulos congestionadas.
Para más tranquilidad, Yuneiski Larduet (5-3 con par de anotadas) tuvo su papel protagónico en la tercera carrera, al soltar su tercer imparable de la jornada en el sexto inning, avanzar a segunda por boleto a Cepeda y anotar la rayita que relajó tensiones, pues se lanzó al robo de la tercera y el receptor de los Cardenales cometió error en tiro, lo cual le abrió las puertas al home.
En lo adelante, Cuba usó a cinco serpentineros para silenciar de una vez y por todo el encuentro, al tiempo que los nuestros se vieron hoy más adaptados a la hora de chocar con el pitcheo venezolano. Raidel Martínez selló los últimos cuatro outs y aseguró el importante éxito.
“Soy debutante en eventos internacionales y a medida que fue pasando el campeonato me adapté mejor a los lanzadores. Lo que más me impresionó es el pitcheo, muy difícil, muy fuerte. Estoy jugando mi beisbol, pero siempre hay un poco de presión, solo que a medida que han pasado los juegos, la he ido soltando y han salido los resultados. Estar en mi primera final de la Serie del Caribe me tiene muy contento y esperamos todos darle el segundo titulo a nuestra provincia, después del triunfo de la serie nacional. (Yunieski Larduet, de 5-3 y par de anotadas en el juego)
Moralejas del partido
– Los cambios en la alineación fueron sin miedo y respondieron con objetividad a lo que necesitaba el equipo para ganar el partido más importante de los cuatro celebrados.
– Los bateadores cubanos atacan en más de un 90 % los primeros envíos de los lanzadores, incluso los de los relevistas que ni siquiera han visto. Esa disciplina en el cajón de bateo cuesta también carreras. El promedio o tendencia mundial es batear sobre el 3 o 4 lanzamiento.
– Alfredo Despaigne vuelve a demostrar que está muy por encima de este nivel cuando hizo lo correcto en los entrenamientos: bajó diez kilogramos de peso y se enfocó en empujar carreras. De las 8 carreras anotadas por Cuba, cinco han sido remolcadas por él.
– Excelente la velocidad puesta en la ofensiva. Ejemplo clásico con Yunieski Larduet, quien salió a robar par de veces en el juego, una de ellas hacia tercera, provocando el error en tiro del receptor y la tercera anotación del juego. Este tunero ha ido en ascenso durante el torneo y no lo ha tragado la presión.
– Aunque el marcador le era favorable, en el séptimo Oscar Valdés ameritaba un emergente a partir de la situación del partido: dos hombres en base y un out. Las carreras nunca sobran.
– El pitcheo cubano es el mejor del campeonato, pero lo más impresionante, sin duda, ha sido Lázaro Blanco, que en 12 entradas mantienen incólume el promedio de carreras limpias (0.00) y suma ya dos éxitos en esta lid, para llegar a cuatro sonrisas en tres participaciones en Series del Caribe.
– Demasiados corredores en base (13) no es una buena señal, a pesar de la victoria. En todas las entradas embasamos hombres y solo dos veces pudimos concretar carreras. Es un arma a tener en cuenta de cara a la final.
– El TQB daba por adelantado que si los Leñadores ganaban entraban en la final. La historia de tres citas regionales en Panamá (1952, 1956 y 1960) dictan que Cuba nunca ha perdido aquí. ¿Veremos la misma película en el 2019 y el noveno título para un equipo de la isla en 18 participaciones?