No tuve la suerte de conocer personalmente a Arabel Elías Iglesias, aunque muy bien sabía que constituía un verdadero paradigma en asuntos de la alimentación animal; pero aseguran algunos de quienes le acompañaron en sus tantos quehaceres profesionales que era experto en varias ramas, la principal de ellas, en su desapego a loas y homenajes, así como en su permanente empeño por enseñar, por trasmitir sus vastos conocimientos.
El domingo último murió el Investigador Titular, el Doctor en Ciencias y fundador del Instituto de Ciencia Animal, el creador de la saccharina, el Héroe del Trabajo de la República de Cuba. La ciencia cubana está de luto.
Con 82 años de edad, (Guantánamo, 24 de julio de 1936) Elías Iglesias era una eminencia científica que se mantuvo activo hasta su fallecimiento por cáncer terminal y sus restos descansan desde entonces en la Necrópolis Cristóbal Colón.
Reportes de prensa dan cuenta que Niurka María González Orberá, Secretaria General del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte (SNTECD), significó la singular vida laboral de Arabel, quien obtuvo la distinción de Héroe en 1992, algo que simbólicamente ya poseía desde mucho antes, quizás desde que fundara y dirigiera el Instituto de Ciencia Animal en 1965, para el estudio de alternativas alimentarias, manejo y genética animal para Cuba y el área tropical. En tales asuntos, de seguro que Arabel constituyó una pieza infaltable en el guión que diseñó Fidel para el desarrollo de la investigación ganadera.
Miembro de Honor de la Academia de Ciencias de Cuba, sucesora de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, creada en 1861y con una labor sostenida en el país y en otros de América Latina y El Caribe. Graduado de Ingeniero Agrónomo en la Universidad de La Habana, en 1972 recibió título especializado en la Universidad de Aberdeen, Escocia.
Fue Diputado a la Asamblea Nacional, secretario y vicepresidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento de América Latina (Parlatino), fungió como director de la Comisión Nacional de Grados Científicos e integró la Comisión Nacional para la evaluación de los investigadores, el Consejo Científico Superior de la Academia de Ciencias de Cuba y la Junta Directiva de la Asociación Latinoamericana de Producción Animal.
En la relación de sus aportes de carácter científico o profesional figuraron el Sistema de ceba intensiva de toros con miel y urea, la Utilización de la caña de azúcar con urea para la producción de leche y la Creación del suplemento ACTIBIOL para mejorar la utilización de alimentos fibrosos de baja calidad, todos introducidos en la producción.
Fue Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular por el municipio San Nicolás de la anterior provincia La Habana, hoy provincia Mayabeque. Fue una gran persona con un carácter afable, persona muy humilde, le gustaba enseñar a todos los que lo necesitaban para cualquier tema. Fue un gran amigo y compañero. Un gran revolucionario que siempre defendió las ideas del Comandante Fidel y de la Revolución cubana. Lo conocí personalmente fue un gran privilegio conocer personas así. Que descanse en paz.
Juan Felipe