Si un programa adquiere cada día mayor importancia para Cuba, por contribuir a su soberanía alimentaria, a la sustitución de importaciones y a llevar a la mesa del cubano hortalizas, condimentos, proteínas y frutales frescos, ese es el de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, cuyos resultados en 2018 fueron analizados hoy en esta capital.
En presencia de José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, se elogiaron los avances e iniciativas en varios territorios del país, en voz de productores individuales y de cooperativistas, así como de directivos del sector, como también se criticaron municipios y provincias que incumplieron los planes o presentan deficiencias.
El informe expuesto por Elizabeth Peña, miembro del Consejo de Estado y jefa del referido movimiento, señala que la producción de hortalizas cerró al 99 por ciento (más de un millón 252 mil toneladas), y se pretende completar las 10 mil hectáreas comprometidas hasta el 2020 y llegar a 11 mil 200, es decir, una hectárea por cada mil habitantes.
También en la modalidad de patios y parcelas se estima en 351 mil toneladas lo aportado en ese renglón, a la par que se avanzó en la recuperación de antiguos hidropónicos y zeopónicos reconvertidos en organopónicos, aunque la mayor dificultad continúa siendo el riego.
En el abastecimiento de vegetales frescos al turismo, con el propósito de sustituir importaciones, las unidades de la Agricultura Urbana (entre ellas las de cultivos semiprotegidos) deben mantener un óptimo estado productivo en 140 hectáreas, para satisfacer la demanda de unas siete mil toneladas en el año, además del aporte que deben hacer a las mini industrias.
Durante el debate del informe de balance tanto Machado Ventura como Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la Agricultura, subrayaron la necesidad de sobrecumplir los planes en momentos que a las carencias financieras del país se unen las de recursos vitales como el petróleo.
El Segundo Secretario del Partido alertó sobre la tendencia de limitar a la campaña de frío la garantía del mayor número de vegetales, por lo cual indicó pensar desde ahora en el suministro estable a la población de aquellos que en el verano también se cosechan y suelen escasear.
Por su parte, el titular del organismo recordó que hace 31 años, cuando surgía este movimiento para enfrentar el llamado Periodo Especial-, también escaseaban el combustible, los fertilizantes y otros renglones, por lo cual es meritorio el esfuerzo de quienes hoy exhiben altos rendimientos y eficiencia en condiciones bien adversas.
Más allá de los ejemplos alentadores, de las experiencias traídas al encuentro por productores y provincias destacadas en la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, a las que les fueron entregados diplomas de reconocimiento, al resumir la reunión el ministro de la Agricultura reiteró cuánto puede aportar al país ese movimiento, con sus 19 subprogramas .
Entre ellos mencionó el de producción de abonos orgánicos, el de fomento de patios y parcelas, que décadas atrás llegaron a ser medio millón y ahora solo suman 234 mil, el de uso y conservación del agua, el de manejo agroecológico de plagas y el de desarrollo de frutales, forestales, café y cacao.
En el caso específico de otro subprograma, el de la Agricultura Urbana, que cumplirá una década de creado el vendiero ocho de abril, ha permitido consolidar la integralidad en la explotación de las fincas y sobre todo fomentar 156 proyectos municipales para el autoabastecimiento local.
Si un logro incuestionable está presente en casi todo el país ha sido el de la participación desde la base, de las organizaciones de masas como los CDR y la ANAP, de Educación a través de las escuelas, de las instituciones armadas, de Salud Pública (con su programa de Medicina Nacional y Tradicional), del Grupo Empresarial Azcuba y de los institutos de investigaciones científicas.
(Tomado de ACN)