Los desastres naturales provocaron la muerte a más de 10 mil personas durante el 2018 en todo el mundo, una cifra superior a los 8 mil 500 fallecidos por esa causa en el 2016 y a los 9 mil 700 en el 2017, aunque inferior a las 77 mil muertes reportadas como promedio anual en lo que va de siglo.
La disminución el pasado año en el número de fallecidos respecto a la media de los 17 anteriores se debe a que “no hubo ninguna catástrofe de enormes proporciones, y también a una mejor gestión de riesgos a nivel nacional y local”, según informó la Oficina para la Reducción de Riesgos de Desastres de Naciones Unidas (UNISDR).
No obstante, “pese a la ausencia de grandes desastres, muchas personas se han visto afectadas y han perdido trabajos, viviendas, han tenido que emigrar o resultaron heridas”, afirmó el organismo, que calculó en 61,7 millones el número de afectados por catástrofes naturales el año pasado.
Según los datos divulgados por la UNISDR y reproducidos por la prensa internacional, los desastres naturales más mortíferos ocurridos durante el 2018 fueron los relacionados con actividades sísmicas (terremotos, tsunamis, volcanes), que ocasionaron 5 mil 199 muertos, de los cuales 4 mil 417 perecieron en Indonesia, el país más golpeado por catástrofes en los pasados 12 meses.
El peor desastre del año fue el terremoto y posterior tsunami ocurrido en Célebes (Indonesia) en el mes de septiembre, que causó la muerte de 3 mil 400 personas, seguido del que provocó 564 muertos en agosto en la isla de Lombok, del propio país asiático.
Las inundaciones causaron 2 mil 859 muertos y fueron los desastres que afectaron a más personas (35,4 millones), incluyendo 23 millones por las crecidas en India, que con esta cifra se situó como la nación donde más individuos vieron sus vidas alteradas por las catástrofes naturales.
Especial impacto provocaron las olas de calor en países desarrollados, con incendios que causaron en Grecia 126 muertos (la peor catástrofe de este tipo ocurrida nunca antes en Europa) y 88 en California, Estados Unidos.
En Latinoamérica, el peor desastre natural del año fue la erupción del volcán de Fuego en Guatemala, que ocasionó 425 muertos en el pasado mes de junio.
Las tormentas causaron la muerte de mil 593 personas y afectaron a otras 12,8 millones. Además, estos fueron los eventos naturales que provocaron las mayores pérdidas materiales, principalmente por los efectos en Norteamérica de los huracanes Florence (14 mil millones de dólares) y Michael (16 mil millones), así como los del tifón Jebi en Asia Oriental, que ocasionó pérdidas por 12,5 millones de dólares.
Más de 9 millones de personas en todo el mundo han sufrido sequías durante el 2018, en particular 3 millones de habitantes en Kenia, 2,2 millones en Afganistán, 2,5 millones en América Central, principalmente en Guatemala, Honduras, Salvador y Nicaragua, según la UNISDR.
Ninguna parte del planeta se libró del impacto del clima extremo el año pasado, afirmó el organismo de Naciones Unidas, al tiempo que reiteró la necesidad de que los Estados miembros de la ONU cumplan los compromisos contraídos para enfrentar el cambio climático, a fin de reducir el número de desastres naturales, las muertes y otras afectaciones a las personas, así como las pérdidas económicas que tales fenómenos ocasionan.
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