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El transporte, cuarto emisor mundial de gases contaminantes

El transporte tradicional es el cuarto emisor mundial de los gases de efecto invernadero (GEI) causantes del calentamiento global, pues sus motores de combustión interna lanzan anualmente a la atmósfera unas 8 gigatoneladas (8 mil millones de toneladas) de carbono, según datos divulgados por la ONU.

Más de mil millones de autos recorren hoy las calles y carreteras del mundo. Foto: cnnespanol.cnn.com

Esa cifra es un 70 % mayor que hace 30 años y ubica al transporte como la fuente emisora de GEI de más rápido crecimiento. Podría duplicarse para el 2040 si no se adoptan con urgencia las medidas adecuadas, agravando el cambio climático que padece la Tierra.

Pero los nocivos gases ocasionan además severos daños a la salud humana. Las partículas que producen los motores de combustión interna contribuyen a una variedad de enfermedades, entre las cuales se encuentran afecciones respiratorias, accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos, diabetes y demencia.

Durante los últimos años se incrementan en el mercado los medios de transporte que utilizan energía eléctrica para su movilidad. Ello es favorecido por el impetuoso desarrollo tecnológico de nuestra época y por políticas gubernamentales en diversos países, además de ser impulsado por el movimiento ambientalista en todos los continentes.

Cabe recordar que los primeros vehículos eléctricos fueron producidos hace ya más de un siglo, a principios de la década de 1900, alcanzando las ventas su clímax a inicios de la década de 1910. Pero los avances tecnológicos y el hallazgo de grandes reservas de petróleo desplazaron al vehículo eléctrico en favor del de combustión, en un tránsito alentado por la obtención de mayores ganancias para las empresas del pujante sector de los combustibles fósiles.

Los vehículos eléctricos son ecológicos y pueden ayudar a combatir la contaminación ambiental y el cambio climático
Crédito: elnuevodiario.com.ni

El transporte ha sido y es un sector en incesante crecimiento, estimándose que, solo para el traslado de pasajeros, más de mil millones de autos recorren hoy las calles y carreteras del mundo.

«Ahora, casi 100 años después, los vehículos eléctricos están regresando y necesitan desplazar cada vez más el motor de combustión para reducir las emisiones y la contaminación del aire», dijo el Secretario General de la ONU, António Guterres, con motivo de una declaración ambientalista presentada durante la vigésimocuarta Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 24), realizada el pasado diciembre en Katowice, Polonia.

La iniciativa Driving Change Together, suscrita allí por más de 30 países, compromete a los Estados firmantes a incrementar los vehículos con cero emisiones, aumentar el transporte público verde y mejorar la calidad del aire en las ciudades. Ha sido considerada como un paso importante hacia un sistema de transporte descarbonizado, que apremiará el camino hacia la llamada movilidad eléctrica mundial.

Al reconocer la importancia de promover el empleo de los vehículos eléctricos, Guterres llamó a satisfacer la mayor demanda de electricidad que ello implicará a partir de fuentes renovables, y no mediante el uso de combustibles fósiles, por cuanto esta última opción, alertó, podría resultar contraria a los fines propuestos.

Según el informe emitido en octubre por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), de la ONU, la electrificación es una poderosa medida para descarbonizar automóviles de pasajeros y vehículos de dos y tres ruedas, así como el sector ferroviario.

“En el transporte de carga por carretera (camiones), las mejoras sistémicas (en las cadenas de suministro, logística y enrutamiento) serían medidas efectivas, junto con el aumento de la eficiencia de los vehículos. La navegación y la aviación son más difíciles de descarbonizar, a pesar de que se prevé que el crecimiento de su demanda será mayor que en otros modos de transporte. Ambos modos deberían perseguir mejoras de eficiencia altamente ambiciosas, así como el uso de combustibles bajos en carbono», añade el IPCC.

La electrificación del transporte público está en aumento en muchos lugares del planeta. En el año 2013 se introdujo el primer autobús eléctrico con energía solar del mundo en Adelaide, Australia. En el 2017 la ciudad de Shenzhen, en China, se convirtió en la primera del orbe con una flota de autobuses totalmente eléctrica; y actualmente, China es líder en el sector de autobuses con batería eléctrica.

Según afirman medios de la ONU, este tipo de soluciones pioneras para los desafíos ambientales centrará la atención en la cuarta Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente, a celebrarse el venidero mes de marzo bajo el lema “Piensa en el planeta, vive simple”.

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