Gilda Chacón Bravo se inició como dirigente sindical en 1981, cuando cumplía su servicio social como profesora de inglés en una escuela secundaria básica en el campo espirituano. Transitó por diferentes cargos hasta que en 1994 fue promovida al Departamento de Relaciones Internacionales de la CTC.
En el 2005 acudió por primera vez a una Conferencia Internacional del Trabajo, evento que anualmente acoge Ginebra, en la sede mundial de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En el 2013 fue como representante de la Federación Sindical Mundial (FSM) ante ese organismo y un año más tarde integra, hasta hoy, la delegación cubana que asiste a esas reuniones.
Su voz es una de las más documentadas para hablar de la participación de la CTC en ese espacio multilateral del cual Cuba es fundador.
¿Desde cuándo la CTC forma parte de la delegación de Cuba a la OIT?
La CTC se incorporó a la delegación cubana a partir de los años 60 y su participación se sistematizó hace aproximadamente 30 años.
No obstante, en el período anterior al triunfo de la Revolución, la Central usó los mecanismos de la OIT para denunciar los atropellos que se cometían contra el movimiento sindical y sus líderes. Un ejemplo fue la denuncia realizada el 20 de diciembre de 1956 por la violación del Convenio 087 sobre libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, el que había sido ratificado por nuestro país cuatro años antes. En esa ocasión, Lázaro Peña, entonces vicepresidente de la FSM; y José Morera, directivo de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL), habían sido detenidos por su activismo, situación que fue denunciada por la CTC de entonces.
¿Qué importancia concede la CTC a la existencia de un organismo multilateral y tripartito como la OIT?
La OIT es el único organismo especializado de Naciones Unidas que se ocupa de los asuntos relativos al trabajo y a las relaciones laborales. Lo hace desde su fundación el 11 de abril de 1919, por tanto es el espacio que tenemos para debatir desde la perspectiva sindical los problemas de los trabajadores a nivel global.
Su estructura tripartita, es decir, con representantes nacionales de los gobiernos, de las asociaciones de empleadores y de los trabajadores, hace fundamental la presencia de la CTC para exponer nuestros criterios ante los mecanismos de la organización que regula y aprueba las normas internacionales del trabajo (NIT).
Uno de los propósitos de la OIT es comprometer a los gobiernos a garantizar y respetar los derechos de las partes, por eso creó un espacio donde las representaciones sindicales y de empleadores pueden denunciar las violaciones de las NIT en sus países.
¿Qué experiencias ha obtenido la CTC?
Para la CTC ha sido enriquecedora, hemos ganado en visión y conocimiento para explicar y defender nuestros puntos de vista en la arena internacional. También hemos hallado respuestas a problemas propios en el quehacer de otras naciones y organizaciones análogas.
En cuanto a experiencias negativas, preocupa la ausencia, dentro de las delegaciones nacionales, de organizaciones sindicales de algunos países. En esos casos los trabajadores quedan silenciados, al menos ante ese espacio multilateral. No podríamos obviar el reclamo de mecanismos de negociación más transparentes y democráticos en el funcionamiento de la OIT.
¿Cómo se integran los convenios y documentos aprobados en la OIT, y de los cuales Cuba es parte, al ámbito legislativo laboral cubano, especialmente al Código de Trabajo?
Uno de los principales aportes de la OIT es la forma tripartita de negociar. Un ejemplo de su aplicación en Cuba fue la Ley 105, que reconoce al Estado como garante de la protección adecuada al trabajador, su familia, y a la población en general, mediante el Sistema de Seguridad Social y sus regímenes.
Originalmente, el documento fue presentado por el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social (Gobierno) y debatido con empleadores, representantes sindicales y trabajadores, proceso del que resultaron cambios importantes. Algo similar ocurrió con el Código de Trabajo (Ley 116), aprobado en el 2013.
Ambas leyes contienen aspectos vitales del cuerpo legislativo promovido por la OIT, en específico de los 90 convenios ratificados por Cuba, la mayor parte suscritos hace más de 60 años, pero que solo fueron efectivos con legislaciones laborales aprobadas y aplicadas luego del triunfo de la Revolución.
Dos de los convenios que más polémica causan dentro de la OIT son el 098 (sobre negociación colectiva) y el 087, asuntos que los legisladores cubanos incluyeron en el Código de Trabajo vigente, y que también estaban en los que le antecedieron.
La Ley 116, con el afán de ser una de las más completas y modernas de su tipo, refrendó en su cuerpo las NIT. Por ejemplo, en el Capítulo I (disposiciones generales, fundamentos y principios del derecho de trabajo), artículo 2, establece la igualdad y derechos plenos al trabajo con remuneración equitativa, lo cual es coherente con los convenios 100, 105, 111 y 138 de la OIT. En el Capítulo II (organizaciones sindicales) ampara los derechos de las organizaciones sindicales, en correspondencia con lo estipulado en el 087.
¿Cómo evalúa el espacio de la OIT desde la perspectiva sindical?
En la OIT el Grupo de los Trabajadores es uno de los mandantes, a él pertenecen las representaciones de las centrales sindicales mayoritarias de cada país. Cuando nos reunimos para evaluar ciertas problemáticas, cada quien aporta sus puntos de vista. A pesar de las diferencias políticas, generalmente hay consenso en temas como los derechos laborales de los inmigrantes, la necesidad de eliminar el trabajo infantil y el forzoso, y el enfrentamiento a la discriminación.
¿Qué podría hacer la OIT para enfrentar la precariedad laboral, el desempleo, la esclavitud moderna, la diferencias salariales por discriminación (género, racial, religiosa…), el trabajo infantil y otros males del mundo del trabajo?
Lo primero sería hallar el modo de hacer valer los convenios. Muchos países los firman, pero no los cumplen. También se debe luchar por democratizar la organización, de manera que defienda, equilibradamente, los intereses de cada una de las partes con mecanismos de control eficaces y transparentes. En el mundo actual hace falta trabajar por una real igualdad de oportunidades, para ello debemos exigir que se cumpla el diálogo tripartito, exento de posiciones parcializadas por motivos políticos, religiosos, o de otro tipo.
¿De qué forma se conmemorará el centenario de la OIT?
La OIT ha preparado un amplio plan. Desde lo temático ha anunciado que capacita a los expertos para comprender y responder mejor a los cambios en el mundo del trabajo, así como para tener un papel líder ante el reto mundial de conseguir trabajo decente para todos.
En el caso específico de Cuba, en su condición de Estado fundador, organizará su propio programa tripartito. La CTC, por ejemplo, divulgará en diferentes espacios cómo colaboramos con los mecanismos de la OIT y su Oficina para la Atención a los Trabajadores. Organizaremos encuentros, seminarios y talleres de capacitación acerca de los compromisos del país con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el Objetivo no. 8 sobre Trabajo Decente y Desarrollo Económico; las Normas Internacionales del Trabajo; y los retos de la OIT, entre otros temas.