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El Plan nuestro de cada día

Por Ariadna A. Pérez, Adriana Rojas Preval, Lianne Fonseca Diéguez y Ramón Barreras Ferrán

Con razón se ha afirmado que el Plan de la economía es sagrado, o sea, que debe cumplirse. Explicar esa aseveración sería arar en tierra arada, porque el asunto ha sido ampliamente tratado.

Exportar más e importar menos: clave para el avance económico. Foto: Modesto Gutiérrez, ACN

Este acercamiento periodístico al tema va más allá, porque trataremos de abordar el papel que les corresponde a los sindicatos y específicamente a los trabajadores en el conocimiento y control de la ejecución del Plan nuestro de cada día. Y lo llamamos de ese modo porque el chequeo y la adopción de decisiones para asegurar su materialización tienen que ocupar a todos en cada jornada laboral.

En recientes declaraciones a Trabajadores, Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación, consideró que “las discusiones del Plan están alejadas de aspectos claves, porque se enfocan en que dan poco combustible, en que si los carros… Si no exportamos más, importamos menos y si no hacemos buenas inversiones seguiremos discutiendo todo eso y no tendrán solución.

“Cuando intervine en el Pleno Nacional de la CTC dije que no podíamos aspirar a que los sindicatos pidieran los estudios de factibilidad y los dictaminen de las inversiones, pero sí pueden exigirle a la administración que se los presente, que les explique a los trabajadores cómo se diseñó la inversión, cómo está rindiendo y quién la paga”, aseveró.

Y señaló: “Las reuniones se tornan formales y llenas de peticiones. No analizan cómo esas peticiones pueden revertirse en el trabajo y en mejorar los resultados económicos del centro”.

También, agregó, es parte de la batalla económica hacer el Plan con más aportación de los integrantes de los colectivos laborales, quienes deben ser bien conducidos. “La participación de los trabajadores no puede convertirse en un proceso de agregación de demandas. Cuando eso sucede queda la percepción de que para qué voy a participar si ‘pido y nunca me lo dan’ y lo que baja es diferente a lo que pidieron los trabajadores.

“¿Cómo logramos una planificación más participativa? Conduciéndola para que no se convierta en solo demandar lo que no se puede hacer y desestimular. Los colectivos deben buscar hacia lo interno cómo hacer más”, apuntó el Ministro.

Explicó además, que hay tres elementos fundamentales en los que debemos enfocarla:

“Las exportaciones. Exportamos menos que antes y hay productos que se dejaron de exportar. Todo lo que se puede producir para exportar tiene que tener prioridad en el análisis. La sustitución de importaciones.

¿Qué podemos hacer aquí que el país importa y qué podemos hacer a menos costo y garantizando empleo? Y las inversiones. ¿Qué estamos haciendo, qué deben tributar y qué tributan realmente? Ese es un problema gravísimo de la economía y parte central de la batalla económica. La regla y no la excepción es que las inversiones que estamos haciendo, una vez puestas en explotación, no alcanzan los niveles que diseñamos en papeles”.

¿Qué caracteriza fundamentalmente el Plan del año 2019?

“Que es objetivo, realista y cumplible, fundamentalmente porque prevé unos niveles de actividad y una tasa de crecimiento ajustada a nuestras posibilidades reales. Y que en esas condiciones garantiza, a su vez, el desarrollo del país, pues concibe un crecimiento del 20 % de las inversiones, estando aún por debajo de lo que deberíamos estar invirtiendo.

“El 2019, desde el punto de vista económico, es un año de ajuste y ordenamiento. Por lo tanto, si cumplimos el Plan alcanzaríamos un crecimiento moderado de la economía. No nos puede pasar lo de otros años, que el Plan es una cosa y la vida es otra. Por eso hablamos de una batalla económica, porque hay cierta inercia de que todos los años es igual, se dice y no se cumple y aparecen las justificaciones o un ciclón, una sequía…

“Son muy importantes los análisis sistemáticos que se hagan en los colectivos laborales. Hemos dicho que el Plan no es una camisa de fuerza, es flexible, lo que significa que en el transcurso del año podemos llevar a él todos aquellos movimientos que le den a la economía más eficiencia. Es medular que los análisis que se hacen en los centros lleguen a nosotros. Ese grado de flexibilidad existe y es preciso que los colectivos laborales lo conozcan para las discusiones del Plan”.

Evaluaciones conscientes

Los colectivos laborales holguineros se preparan para desarrollar con responsabilidad y objetividad el proceso de presentación e información del Plan de la economía y el Presupuesto para el año 2019, de manera que mediante los debates se garantice una respuesta económica efectiva.

De acuerdo con Carlos Suárez Batista, miembro del Secretariado Provincial de la CTC en esa provincia, deberán realizarse 5 mil 950 asambleas de afiliados y 274 de representantes, para las cuales los dirigentes sindicales han sido capacitados.

“Los sindicatos están conscientes de que la principal batalla a ganar este año es el de la economía. En la provincia ya se firmaron las indicaciones conjuntas entre la CTC y el Consejo de la Administración Provincial y se constituyeron los puestos de dirección”.

El dirigente significó la trascendencia de que los trabajadores apuesten por un proceso de calidad, donde se haga una evaluación consciente del Plan y de su factibilidad para cumplirlo, se debatan temas como la productividad y los inventarios ociosos o de lento movimiento, y sobre todo, se analicen las reservas de eficiencia existentes.

Estimular la práctica del ahorro, así como la sustitución de importaciones y la innovación tecnológica, diversificar los cultivos agropecuarios y elevar el rendimiento de los ya existentes son los asuntos más recurrentes en el proceso asambleario de presentación e información del Plan de la economía en Guantánamo.

Así lo aseguró Pablo Martínez Nápoles, miembro del Secretariado Provincial de la CTC, quien agregó que en ese territorio se prioriza asimismo el mejoramiento de la efectividad de los sistemas de control interno en las empresas, el encadenamiento productivo y la incorporación de nuevos renglones exportables para generar mayores fondos en pos del desarrollo.

Un total de 170 asambleas de representantes y más de 327 de afiliados continúan el ciclo que se inició con un taller integrador al que asistieron cuadros administrativos, sindicales y delegados a las sesiones finales del XXI Congreso de la CTC.

En las asambleas se abordan asuntos esenciales, como trabajar con mayor precisión en las problemáticas que aún constituyen frenos para el desarrollo de la economía territorial y la implicación de todos los trabajadores en el cumplimiento eficiente de los encargos estatales. Urge encaminar planes factibles, cuyos aseguramientos y proyecciones se traduzcan en mayores ingresos y utilidades.

En la provincia de Cienfuegos, por su parte, la dirección de la CTC se ha propuesto llevar a cabo un proceso con mayor calidad que los anteriores. Luciano Fernández Marrero, integrante del secretariado de la organización en esa región, explicó que “en el inicio se han presentado problemas con los cronogramas, pues sigue la tendencia a planificar las asambleas a última hora lo que genera un número alto de las que quedan suspendidas o se les cambia la fecha.

“En los últimos años se ha logrado una mayor preparación y seguimiento al proceso de presentación a nivel nacional y por los diferentes factores del territorio, pero todavía es insuficiente la preparación ramal que deben dar los sindicatos antes de comenzar las asambleas. Otro aspecto en el que debemos seguir trabajando con prioridad es el de planificación de las cifras y planes que se pueden hacer teniendo en cuenta las condiciones y recursos reales que tiene cada colectivo”.

Siempre resulta oportuno acudir al pensamiento económico del Comandante Ernesto Guevara. El 24 de septiembre de 1961 en el discurso de clausura en la Primera Asamblea de Producción de la Gran Habana expresó: “Precisamente, el plan se hace para evitar que ocurran todos estos problemas, para que esté calculado ya el número de transportes que necesita cada uno para mandar sus mercancías, de tal manera que se pueda hacer el plan anual, dividido en semestres, en trimestres, o en meses, y pueda el transporte, por ejemplo, suministrarse en el momento adecuado”.

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