Y con razón, porque están en juego sus propias vidas. El asunto no es nuevo y las víctimas suman miles cada año en todo el planeta.
En el 2019 las muertes de mujeres a manos de sus parejas sentimentales, o sencillamente por desconocidos, comenzó el mismísimo primer día del año.
Es un fenómeno mundial, pero las cifras más alarmantes responden a nuestra región y, en especial, a varios países latinoamericanos. En este mismo espacio publicamos un artículo sobre lo que ya se conoce oficialmente como feminicidio.
No importó las edades para sus asesinos porque entre las víctimas hay niñas. Cada vez se incrementa la violencia contra las féminas que, además de ser violadas, son asesinadas de forma brutal, como lo demuestran las informaciones publicadas.
En México, solo durante la primera semana de enero, murieron por tal causa 28 mujeres, principalmente en la capital, con seis víctimas. La masacre se inició el primer día del año con la muerte de Camila, una pequeña niña. Los demás asesinatos ocurrieron en Nuevo León, Baja California y Colima.
En Chile, por ejemplo, las autoridades y organizaciones femeninas se mantienen en alerta por los homicidios de cinco mujeres en la primera quincena de este mes. No se cuentan aquellos que fueron frustrados por la acción de vecinos o la policía. En todo el año 2018 las muertes provocadas por sus parejas en esa nación fueron 42, sobrepasando ampliamente lo reportado en igual período que el actual. También en Perú sumaron cinco las víctimas en el nuevo año. La primera en Callao, cerca de Lima, muerta a tiros por su esposo. Con ella se inicia la cuenta de este tipo de crimen y que el año pasado llegó a la cifra de 147.
Una información dada por el Ministerio de Salud peruano señala que de 107 mil casos de violencia registrados en el 2018, más de 70 mil fueron contra la mujer.
También ocurrieron en Argentina y Bolivia, tres en esta última nación, pese a la existencia desde el 2013 de una ley que protege a las mujeres contra todo tipo de violencia y que castiga estos crímenes con 30 años de prisión.
En Argentina, con la muerte de una policía y una adolescente la cifra alcanzó las 10 víctimas mortales. La primer asesinada por su pareja y la segunda, Agustina, quien salió para ir a bailar y nunca regresó, hasta que fue hallada donde su asesino la enterró viva.
Las alarmantes cifras de la violencia machista en Perú llevaron al actual Gobierno a considerar la lucha por evitarla como uno de sus principales objetivos en el 2019.
La nueva fiscal general de la nación andina, Zoraida Avalos, señaló al asumir su cargo que ordenará un diagnóstico del estado actual de las fiscalías especializadas en violencia contra la mujer, con el objetivo de dar “una respuesta real y concreta a esa problemática”.
Puede asegurarse con certeza que no son todos los casos conocidos, ya que muchas de estas mujeres primero se reportan como desaparecidas y solo cuando se encuentran sus cuerpos y se conoce la causa de la muerte es que son cuantificadas bajo el acápite de feminicidio.
El pánico ha llegado a la mayoría de las mujeres latinoamericanas y lo demuestra el tener que anunciar a la familia cuándo salen de sus casas y sobre todo cuando llegan, aunque la mayoría de las veces sus asesinos las esperan dentro de su propio hogar.
