Una trabajadora de la fábrica Gerardo Abreu Fontán, ubicada en Vega y Vía Blanca, nos cuenta de una desagradable experiencia vivida a fines de año.
Se trata de Daisy Rodríguez Díaz, de 66 años, residente en el Cerro quien trabaja en ese centro desde 1982. Plantea que le tocaba la compra que está estipulada en algunos colectivos laborales en la tienda El Bosque, pero dos días antes enfermó.
El diagnóstico fue de una bronquitis muy fuerte, asociada con falta de aire constante y le dieron un certificado médico por 7 días.
“Mi hijo lo presentó en el Departamento de Personal y le preguntó a la compañera Miriam si podía ir por mí, con mi carné de identidad. La respuesta fue que los únicos autorizados para ir por otra persona eran los operados. Que ella no tenía nada que ver con eso, que la información venía de instancias superiores”.
Ahora se pregunta: ¿No estaba también justificada aunque no estuviese operada? ¿Quién implantó esa ley y con qué fin?
Y precisa: “¿Quién se queda con el dinero de mi compra?, que de seguro me descontarán en el salario de enero”.
