Quizás el reto mayor a que se enfrenta quien se decida a escribir para los niños sea, aunque algunos no lo crean, la manera, la forma, de cautivar, desde las primeras páginas de un libro, a tan exigente público lector.
No se trata solo de encontrar una historia amena, atractiva, que despierte la curiosidad y el interés, sino de hallar los recursos que posibiliten desplegar la imaginación y la fantasía imprescindibles en tales obras.
Ramón Elías Laffita asume ese reto, como queda demostrado luego de concluir la lectura de su más reciente libro para niños: Historias para despertar (Editorial El Mar y la Montaña, Guantánamo, 2017, 60 pp.).
En dos secciones –tituladas Desde el jardín e Historias para despertar—, el autor ha reunido casi una treintena de poemas, pensados y creados desde el recuerdo, la remembranza, la memoria, de su propia infancia.
Son textos en que Ramón Elías Laffita logra recrear, con gracia, acierto y encanto, un mundo en que la flora y la fauna de la isla se convierten en protagonistas de un cuaderno inteligentemente concebido.
Así lo evidencia Desde el jardín, uno de los poemas que integran esta colección:
¿Quién esconde mi camisa?
La brisa.
¿Y quién sustenta su vuelo?
El cielo.
¿Y quién calma sus temblores?
Las flores.
¿Acaso son mis dolores los que ha sentido la luna o serán casa oportuna: la brisa, el cielo y las flores?
Se complementa la entrega con las imágenes de la artista Hanna G. Chomenko, quien logra interpretar eficazmente, a través de un conjunto de ilustraciones –en blanco y negro—, los versos reunidos.
Historias para despertar no es el primer libro para los pequeños que firma Ramón Elías Laffita (Baracoa, Guantánamo, 1968), pues antes ya había publicado Sueño mágico (Ediciones Extramuros, 2002).
En la bibliografía del también narrador y editor aparecen, otros títulos dirigidos al lector adulto, como Las tribulaciones de Adán (Editorial El Mar y la Montaña, 1991) y Sótanos con olor a brea (Editorial Letras Cubanas, 2014).
“Historias para despertar –escribe la narradora y poeta Ana Luz García Calzada— es un libro lleno de gracia y frescura. (…) Versos sencillos y profundos que nos hablan de una niñez llena de pequeños instantes, esos que el poeta talentoso nos devuelve desde la fina luz de los recuerdos”.
Un poemario que llega, como soplo de aire nuevo, a enriquecer la literatura que, en estos inicios de un nuevo siglo y milenio, se escribe en Cuba para quienes –en palabras del Héroe Nacional José Martí— son la esperanza del mundo.