El líder de los bateadores de la actual Serie Nacional, Jorge Enrique Alomá (388 de average) ha vestido cinco uniformes en su joven carrera deportiva de siete campañas: Metropolitanos, Industriales, Sancti Spíritus, Artemisa y Las Tunas, esta última como refuerzo clave en las aspiraciones de ser por vez primera campeón.
Tu rendimiento ha sido excepcional, sobre todo en jonrones e impulsadas. ¿A qué lo adjudicas?
A la preparación física. Hubo un año que bateé 300 con Sancti Spíritus cuando Aragón era el director. Al otro año con Industriales fue igual, pero en la temporada pasada no pudo ser así, aunque di 11 jonrones y empujé más carreras, que es lo es lo que se busca hoy en cualquier pelota del mundo.
¿Listo para el equipo nacional y ligas profesionales?
Ponerse las cuatro letras en el pecho es el sueño de todo jugador y luego decir: fui campeón. Es el orgullo más grande. Con respecto a lo segundo, me siento con las fuerzas y las ganas para hacerlo. Estoy listo para jugar en cualquier béisbol.
¿Te sientes mejor en segunda base que en el campo corto?
Siempre he dicho que el torpedero puede jugar segunda y tercera, como el que sea center field lo puede hacer en cualquiera de los otros dos jardines. Me siento cómodo y salgo a divertirme. Además, con Ayala he tenido muy buena comunicación.
¿Volvería Alomá para la capital algún momento?
Nací allí y en Industriales me sentía muy bien, de hecho tengo grandes amigos, pero después de dos años— el último casi no pude jugar— decidí irme porque sentía que venía en ascenso y quería jugar. Si no lo hubiera hecho hoy no estaría aquí en una final como refuerzo. Ojalá pueda volver algún día como titular.
¿Este es el año de los Leñadores de Las Tunas?
Veo al equipo muy compacto, con buenos atletas y un cuerpo de dirección excelente. Respeto siempre al contrario, pero si nosotros seguimos haciendo las cosas bien en el terreno somos campeones.
Pero tu paradigma de pelotero era el manager de Villa Clara…
Sí, era jardinero central en las categorías menores y admiraba a Eduardo Paret, quería jugar como él lo hacía. Se lo dije hace poco y hasta nos tiramos fotos, aunque ahora sea el director rival.