El contingente Blas Roca, de la Construcción, tiene una rica historia. A través de los años y las muchas obras importantes ejecutadas ganó un prestigio merecido y a la vez, reconocido. Muchas veces el Comandante en Jefe Fidel Castro estuvo con sus integrantes y dialogó y compartió con ellos.
No olvido, porque la vida y la profesión me dieron la oportunidad de estar allí, la presencia de sus miembros en el enfrentamiento a quienes originaron los disturbios del 4 de agosto de 1994 en el Malecón habanero, alentados desde Estados Unidos por los enemigos de la Revolución.
El 1 de octubre de 2018 cumplió 31 años de haber sido constituido. En los registros de las obras ejecutadas aparecen la construcción de la Autopista Este-Oeste, primera realizada por ese colectivo, la que enlazó a Pinar del Río con la Autopista Nacional; la de los frigoríficos de Alquízar y Güines; la planta de producción de Spirulina, en Jaruco; los hoteles Cohiba, Las Praderas y Cahama; y el Anfiteatro del Parque Metropolitano; así como escuelas, salas de video y diversos Joven Club de Computación, presas, viviendas, ciclovías, bases de campismo, soterrados telefónicos, y la autopista del aeropuerto José Martí.
Pudieran agregarse otras como el ferrocarril Guanajay─La Molina, centros integrales porcinos, el Frigorífico Habana IV, el Centro Nacional de Biopreparados, el instituto politécnico Pablo de la Torriente Brau, el policlínico─hospital Raúl Gómez García, la remodelación de la escuela de iniciación deportiva Mártires de Barbados y del Parque Lenin…
La vitalidad de los principios
Hoy no se difunden tanto las realizaciones, como en otros tiempos, que realiza la actual Empresa Contingente Blas Roca. Ese fue una de las razones que nos motivó a encontrarnos con sus directivos principales y conocer de primera mano, qué ejecutan actualmente sus integrantes.
Supimos ante todo que el colectivo mantiene un alto grado de consagración y unidad, para laborar con eficiencia y productividad en los servicios de construcción y montaje; y que tiene las condiciones requeridas para ejecutar construcciones civiles, montajes y desmontajes de edificaciones e instalaciones y demoliciones, remodelaciones, restauraciones, reconstrucciones y rehabilitaciones, así como la producción y comercialización de hormigones hidráulicos y otros materiales y productos.
En fin, que mantiene la vitalidad y los principios que le dieron origen.
Gilmer Ricardo Rodríguez León, director general de la entidad, precisó que “la mejor forma de materializar el legado del Comandante en Jefe es continuar el trabajo que se inició hace más de 30 años. Hoy ejecutamos obras que influyen en el desarrollo social del país, como la construcción de viviendas para damnificados”.
Citó el ejemplo particular de la que se realiza en El Vaquerito, un asentamiento que tendrá 500 casas, en el municipio capitalino de Santiago de las Vegas, sobre la estructura de una vieja planta industrial.
“Es un privilegio trabajar en ese importante programa. Laboramos a ritmo de contingente, como lo ha hecho este colectivo desde su creación, y la mejor forma es seguir adelante”, afirmó.
“También realizamos otras edificaciones en El Cotorro, 10 de Octubre y La Lisa, viales y puentes y la rehabilitación de la Autopista a Pinar del Río. Trabajamos en otras como parte del programa por el 500 aniversario de la ciudad de La Habana y en alguna vinculadas a la preparación para la defensa”, indicó el directivo.
Recordó que el Contingente llegó a tener 4 mil trabajadores. Actualmente cuenta con mil 452, organizados en 11 brigadas. “Nos hemos empeñado en la capacitación. Hoy tenemos más de 200 albañiles. Aumentamos la capacidad constructiva en recursos humanos”, señaló.
“El Blas Roca seguirá activo para siempre. No habrá obstáculo que nos detenga”, dijo finalmente.
Fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en el acto por el segundo aniversario del Contingente Blas Roca (1ro de octubre de 1989).
Son muchas las cosas que el contingente ha ido creando. Un grupo de nosotros trabajamos en la creación del contingente, defendimos la idea, creíamos en el hombre, creíamos en lo que estamos diciendo hoy aquí, en las ideas básicas, fundamentales. Pero el contingente mismo, en su desarrollo, ha ido aportando muchas cosas: experiencias nuevas, ideas nuevas, fórmulas nuevas.
El problema es aplicar los conceptos del contingente; no es cuestión de cambiar de nombre, sino de cambiar todos los principios en virtud de lo cual se han organizado las demás fuerzas y aplicar estos principios; los resultados son colosales, ¡colosales!, así se puede afirmar. Y tenemos que cuidar la idea, seguir desarrollándola y seguir dándole prestigio.
No, yo no lo hago por despertarles el orgullo a ustedes; al contrario, creo que debe ser satisfacción de ustedes que todos quieran competir con ustedes. De modo que deben sentirse satisfechos porque ustedes fueron los fundadores, ustedes fueron los que desarrollaron las ideas, ustedes fueron los que las pusieron en la práctica; ese es un honor que ya nadie les podrá quitar a ustedes.
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