Amplias perspectivas para el desarrollo económico y social posee hoy el municipio de Antilla, en el noreste de Holguín, donde se acometen las primeras obras del polo turístico El Ramón, que poseerá más de 19 mil habitaciones y en la próxima década deberá convertirse en uno de los más completos destinos de Cuba.
La construcción del enclave turístico, ubicado a la vera de hermosas playas vírgenes entre las bahías de Nipe y Banes, tiene un notable impacto social, pues ya se dan los primeros pasos constructivos para garantizar que la cabecera municipal no quede rezagada ante el desarrollo de la llamada industria sin humo, y sus pobladores mejoren sus condiciones de vida.
En ese empeño destaca el levantamiento del nuevo reparto Camilo Cienfuegos, a cuyos primeros edificios se han trasladado, desde el segundo semestre del año, 56 familias que ocupaban zonas aledañas a la península El Ramón, y habían sido afectadas por los huracanes Ike y Sandy.
Esa incipiente comunidad, que forma parte de las aspiraciones de construir más de 3 mil apartamentos para reubicar a los habitantes de El Ramón, cuenta con total cobertura de telefonía fija y con varias proyecciones de urbanización que garantizarán el bienestar de las familias.
La ampliación del fondo habitacional beneficiará igualmente a trabajadores del polo, cuyas inversiones iniciales han generado gran cantidad de empleos, cifra que deberá ascender en el futuro a más de 19 mil, con lo cual se duplicará la población de Antilla, que con poco más de 12 mil habitantes y una reducida extensión, figura como el municipio más pequeño de Holguín.
Según destacó Carlos Alberto Rivero, vicepresidente del Órgano de la Administración Municipal, para el próximo año se prevén ejecutar más de 40 acciones en el casco histórico, enfocadas a rescatar la lozanía de la pequeña ciudad, entre las que destacarán la reparación del parque central y de las fachadas de las viviendas aledañas, además de la creación de nuevos espacios recreativos y para la prestación de diferentes servicios.
En el presente año, a pesar de las limitaciones con los materiales de la construcción, el municipio se vio favorecido con la construcción del primer punto de venta de gas licuado; la reinauguración de la pizzería Portobello; el remozamiento de un consultorio y la escuela primaria Manuel Ascunce; así como el mejoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores del Molino de Maíz Comandante Daniel, único en Cuba, entre otras acciones.
