Melissa Kindelán, Danay Utria, Elaine Rojas, Claudia Arjona y Anisleidy Chirino clasificaban entre las más bellas y jóvenes muchachas de nuestra delegación a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, donde el 30 de julio se convirtieron en las primeras campeonas de la modalidad de conjunto (tres pelotas y dos cuerdas) en la gimnasia rítmica de estas lides regionales.
Sus risas tras el triunfo delataron nerviosismo y fantasías; y en las palabras de agradecimiento no faltaron la ternura hacia las entrenadoras, la recompensa a sus familiares por el apoyo total y la sorpresa por un oro que nadie daba entre los pronósticos, pero sí andaba dibujado en sus mentes de adolescentes desde Cuba.
Fueron las primeras en salir al tapiz con la segunda más alta nota de dificultad (10.100), solo superada por los 10.400 de México. Tan pequeño margen era la señal exacta de que todo se decidiría en la ejecución, como finalmente sucedió. El exigente jurado miró por encima de los asombros y les reservó 5.850, con lo cual sumaron 15.950, inalcanzables para aztecas (15.100) y venezolanas (13.100).
El abrazo del oro sobrevino entre llantos con sus entrenadoras Nely Ochoa y Yanet Comas. Horas de ensayo, de rigor, de que no se cayeran las pelotas, de que las cuerdas no se enredaran, y de lejanía con la casa y las fiestas pasaron en segundos por la mente de las gimnastas. En el podio volvieron a sonreír y las fotos inmortalizaron el día más feliz de ellas y de este deporte en muchos años, pues no se ganaba un título regional desde que en Maracaibo 1998 Yordania Corrales se proclamara la reina individual.
Rodeada de todas sus niñas, Nely accedió a confesar lo que está detrás de una corona y solo sale a la luz en ese momento. Con el fino tacto de sensibilidad las definió con una cualidad a cada una. Melisa: fuerza; Danay: inteligencia; Elaine: tenacidad; Claudia: valentía; y Anisleidy: esforzada. ¿Acaso esa combinación no es ideal para fundir el oro?, pensamos todos.
“Me siento muy feliz porque ha sido un trabajo de todas las entrenadoras, no solo yo, sino también de Silvia Valdés y Yanet Comas. Hasta Roclan debo agradecer porque ayudó cantidad en la coreografía. Desde que estábamos entrenando en Cuba nos preparamos para esa rivalidad con las mexicanas.
“Ahora buscaremos la clasificación panamericana. No estamos muy distantes, es posible. Ya para los Juegos Olímpicos es más difícil porque hay que insertarse en un sistema de campeonatos mundiales, Copas del Mundo y en circuitos internacionales que suman puntos al ranking mundial.
“Con este equipo que es muy joven, tanto individual como conjunto, vamos a ir a los Juegos Panamericanos a buscar una medalla, que en las últimas ediciones ha sido bronce. Lo podemos lograr. El otro objetivo es llegar a finales en individuales.
“Para aumentar el nivel en lo individual hay que competir y competir. No es lo mismo pararse dentro de un conjunto que sola. Es mucho más fuerte. Estamos conscientes de que debemos seguir trabajando porque son jóvenes, fuertes y talentosas”.
Nely no quiso escudar ningún resultado anterior en un arbitraje continuamente cuestionado por las delegaciones. “Nuestro deporte siempre ha tenido esos problemas, incluso a nivel de Juegos Olímpicos. Por más que se traigan jueces neutros. Se dieron notas a muchachas que no tienen esas calificaciones a nivel centroamericano, pero contra eso no podemos.
“Estoy muy motivada por este título. Es la primera vez que compite el conjunto en Juegos Centroamericanos y del Caribe, pues antes no se completaba el mínimo de cinco países. Felizmente lo logramos y tenemos derecho a festejar”.