“No confío en la política de Estados Unidos”
Fidel Castro Ruz, 26 de enero del 2015
El Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos viene realizando actividades dirigidas a analizar las amenazas actuales a la paz en América Latina y el Caribe. Recientemente se realizó un taller presidido por su presidente Silvio Platero Irola, al que asistieron fundadores del Movimiento, miembros de su secretariado, colaboradores e invitados.
Platero señaló que es necesario acordarse de cómo ha sido la intromisión norteamericana en nuestro continente, y al respecto el profesor e investigador cubano Jorge Hernández Martínez, expresó que el país norteño “ha sido responsable en su condición de mal vecino de sostener una política prolongada de mala vecindad”.
Refirió que el intervencionismo militar yanqui en nuestra América significa un peligro, y en ese sentido se recordó la invasión a Granada en octubre de 1983, así como a Panamá, en diciembre de 1989.
Esa intromisión, “tiene una historia muy larga, comienza prácticamente desde la propia formación de la nación”. Explicaba que mientras acometieron su revolución de independencia, se liberaron de la corona británica y las Trece Colonia se convirtieron en estados. “En ese espacio de tiempo Estados Unidos declara una política como de neutralidad, un viejo principio que se maneja a veces de modo manipulado, porque nunca ha tenido posiciones neutrales en política exterior”. Añadió que sus ideólogos enmascaran una proyección expansionista e intervencionista.
Explicó que en 1823, la Doctrina Monroe estableció las bases de ese injerencismo que se escudaba en el supuesto interés del Gobierno estadounidense por defender a sus vecinos latinoamericanos frente a las potencias europeas de la época. En la Primera Conferencia Internacional de Estados Americanos, 1889-1890, formalizaron lo que se conoce como panamericanismo, “la unión de las Américas para enfrentar el latinoamericanismo que propugnaba Bolívar, y que Martí también esboza en sus escritos frente a las apetencias imperiales”. A partir de 1898 lograron apoderarse de Cuba y Puerto Rico.
Hay un intervencionismo de principios del siglo XX que desarrolla la política del “Gran Garrote” y la “Diplomacia del Dólar”, con Teodoro Roosebelt como promotor. En la década de 1930, Franklin Delano Roosebelt, cambió aquella imagen con la llamada política del “Buen Vecino”, de supuesto respeto y negociación. “En todo ese proceso fueron conocidas las intervenciones en América Central, Nicaragua, en Panamá cuando crearon el canal, en Haití”.
Entre 1947 y 1948, con la creación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), y la Organización de Estados Americanos (OEA) su brazo político, se institucionalizó el panamericanismo y empezó el gran despliegue.
Pretextos para la expansión son: el ideológico, América Latina representa para el país norteño su patio trasero, como un estado más que formara parte de su política doméstica. El segundo es el económico, las materias primas, el petróleo. El tercero es el geopolítico, tiene que ver con la posición de países como Colombia con múltiples fronteras, México que limita con Estados Unidos, Cuba en el corazón geográfico del Golfo.
En el rápido recorrido histórico el investigador rememoró igualmente la invasión a Guatemala en 1954, el ataque mercenario contra Cuba en 1961, a la República Dominicana en 1965; así como los golpes de Estado en Brasil en 1964, y al Gobierno constitucional de Salvador Allende en Chile en 1973.