De la fértil cultura yoruba, el diseñador de moda Ignacio Carmona (Nachy), recreó un conjunto de vestuarios inspirados en Afrá, Eshu (orisha guerrero) que acompaña a Babalú Ayé (sincretizado con San Lázaro), uno de los ídolos más conocidos en la práctica insular de esa religión africana traída a Cuba entre los años 1820 y 1860 por más de 275 mil negros nigerianos apresados y convertidos en esclavos. De la fusión de ese culto con el catolicismo que trajeron los colonizadores españoles surgió la Santería o Regla de Osha.
Los colores representativos de Afrá son el blanco y el negro, los cuales el también presidente de la sección de Textiles de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (Acaa) seleccionó para confeccionar esas piezas, que si bien están inspiradas en los trajes originales de aquellos pueblos —asentados en una gran extensión territorial que abarcaba desde el río Níger hasta el Golfo de Guinea—, se caracterizan por el particularísimo talante vanguardista de este maestro del vestir, acreedor de infinidad de lauros en el ejercicio de su carrera, en la que es considerado uno de los exponentes más sobresalientes.
Nachy trabajó más de 30 diseños que aluden a ese ídolo yoruba que representa el constante vínculo entre lo positivo y lo negativo (el blanco y el negro) entrelazando fragmentos de tejidos con ambos pigmentos, insertándoles o rematándolos con encajes, cintas, bordados y otras incrustaciones que resaltan en los atavíos para aportarles singular belleza y originalidad muy a tono con los gustos y preferencias de la contemporaneidad caribeña; motivo por el cual fueron premiados en la Feria Internacional de Artesanía del año 2011, coincidente con la proclamación de la Asamblea General de las Naciones Unidas del Año Internacional de los Afrodescendientes.
Esos atuendos atrajeron el interés de Airado, un prolífico artífice del lente, también cantante, que convino con el diseñador en adaptarlos a 33 personalidades de la cultura cubana, quienes los exhibieron para dejar constancia gráfica de las singularidades de cada una de las prendas.
“En el performance, la cámara de Airado captura y nos entrega la imagen de estos Dioses del Arte poseídos por lo africano, resultando de esa elegancia una fuerza de contrastes certeros, como muestra de la afrodescendencia ramificada en la esencia de cada cubano que camina por las calles”, apunta el joven poeta Rodney Hernández Jorge, quien trabajó junto con el fotógrafo en la edición de las fotos y en la elaboración de este proyecto que actualmente se presenta en el lobby del hotel Habana Libre, a través de imágenes de 12×16 pulgadas, con un trabajo curatorial a cargo de Modesto D. Serpa, de la galería Villa Manuela.
De la creatividad emanada del binomio Nachy-Airado, ambos miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, resultó este regalo visual que bajo el título Afrá en el lente, está igualmente concebido para recibir la llegada del año 2019, durante el cual celebraremos el medio siglo de fundada La Habana.