El legado y la obra de Jesús Menéndez fue recordado en Encrucijada, su tierra natal, en el aniversario 107 de su natalicio.
Desde este sentido homenaje se le consideró como inspirador del movimiento sindical cubano y de las acciones que se desarrollan en el marco del proceso orgánico del XXI Congreso de la CTC.
Estudiantes, trabajadores de diferentes sectores, encabezados por los azucareros de la provincia, participaron en el homenaje que se inició con una ofrenda floral junto al busto de quien tuvo entre sus méritos fundar la CTC, unido a figuras como Lázaro Peña, con quien lidereó múltiples demandas obreras como el diferencial azucarero, los beneficios del descanso retribuido, los derechos de las mujeres en la maternidad, así como el pago de horas extras y la creación de la Caja de Retiro y Asistencia Social, etcétera.
En las palabras centrales Osmany Rojo Peralta, secretario general del Sindicato de Trabajadores Azucareros en la provincia, recordó pasajes memorables de la vida del General de las Cañas. Destacó su heroísmo y entrega incondicional a los trabajadores cubanos, al tiempo que patentizó el compromiso de dar el mayor esfuerzo para cumplir la actual zafra azucarera.
Presidieron la ceremonia Mildre Andrade Manso, secretaria del Partido en el municipio; Consuelo Baeza Martín, miembro del Secretariado Nacional de la CTC y Julio Morales Verea, secretario general de la CTC en Villa Clara. Asistieron además, Bernaldino Pérez, primo de Menéndez; trabajadores azucareros cincuentenarios y Ramón León Monteagudo, Héroe del Trabajo de la República de Cuba de este sector.
A Jesús Menéndez se le llama Chucho en Encrucijada, así con ese sencillo apodo se recuerda al amigo, al descendiente de mambises que tuvo que trabajar desde niño para ayudar a la familia, al vendedor ambulante, machetero, tabaquero, retranquero de trenes de caña y purgador de azúcar. Otros lo evocan desde el central Nazabal o el Constancia y convierten sus palabras en acción.