Los Estados deben triplicar la ambición de sus compromisos climáticos para poder limitar el calentamiento global en 2 grados celcius (°C) a finales de este siglo, como lo establece el Acuerdo de París, revela el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2018, elaborado por ONU Medio Ambiente.
Si la comunidad internacional se propone no rebasar los 1.5 °C, límite al que se insta en el propio Acuerdo para mantener al planeta en un entorno climático seguro, entonces los compromisos nacionales deberán ser cinco veces superiores a los asumidos hasta el momento.
Todavía es posible mantener el calentamiento global por debajo de los 2°C, e incluso no traspasar la frontera de los 1.5°C, pero la posibilidad técnica de la segunda opción está disminuyendo con mayor rapidez que la primera.
El reporte señala que en el año 2017 las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) volvieron a aumentar después de tres años de estabilidad, alcanzando niveles históricos, y destaca la necesidad de que comiencen a disminuir antes del 2030 para poder garantizar el objetivo de no rebasar los 2°C. De continuar las tendencias actuales, el calentamiento global será de 3 °C para finales del siglo, y a partir de entonces será aún mayor.
Si se quiere limitar el calentamiento global en 2 °C, para 2030 las emisiones globales de GEI deben ser aproximadamente un 25 % menores que en 2017; pero solo 57 países están en camino de iniciar una tendencia a la baja antes del 2030, apunta el estudio, divulgado por el ente de la ONU en su página digital en vísperas de la Conferencia sobre Cambio Climático (COP 24), que realizan Naciones Unidas hasta el 14 de este mes en la ciudad polaca de Watowice, y en la que participan los casi doscientos Estados del planeta.
El informe de ONU Medio Ambiente evalúa cada año la llamada «brecha de emisiones», es decir, la disparidad entre los niveles de emisiones previstos en el 2030 y los niveles requeridos para cumplir con los objetivos de 2°C y 1.5°C. El actual constituye el análisis más reciente sobre los esfuerzos nacionales de mitigación y la ambición presentada por cada país, las denominadas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, que son la base del Acuerdo de París.
El aumento de las emisiones y la lentitud en la acción implican que la brecha de emisiones es ahora más grande que nunca antes.
Si bien los autores resaltan que todavía existe la posibilidad de cerrar la citada brecha y mantener el calentamiento global por debajo de 2 °C, la evaluación emite una advertencia clara: el tipo de acción drástica y a gran escala que necesitamos con urgencia aún está por verse.
Para llenar este vacío, el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2018, preparado por un equipo internacional de científicos destacados, ofrece una nueva perspectiva sobre las acciones requeridas para cumplir los objetivos climáticos, así como una hoja de ruta para implementar medidas transformadoras.
«El reciente informe del IPCC (Grupo Intergubernamental del Cambio Climático, de Naciones Unidas) sobre el calentamiento global de 1.5°C activó las alarmas de incendio a nivel global. Este reporte investiga las causas de ese incendio”, dijo la directora ejecutiva adjunta de ONU Medio Ambiente, Joyce Msuya.
“La ciencia es clara: los Gobiernos deben avanzar más rápido y con mayor urgencia. La buena noticia es que tenemos a nuestro alcance todos los medios para extinguir el incendio”, añadió la alta funcionaria de Naciones Unidas.
