En el crudo invierno de Washington, alejado de la Patria a la que dedicó la mayor parte de su vida, el Mayor General del Ejército Libertador Calixto García Íñiguez, también conocido como el León holguinero, encontró la muerte el 11 de diciembre de 1898, hace 120 años.
Una repentina pulmonía le puso punto final al General de las Tres Guerras por la Independencia de Cuba, mientras cumplía, junto a otros patriotas, una misión en Estados Unidos para precisar el futuro de la Isla, mediante el diálogo con autoridades de ese país, una vez terminada la guerra hispano-cubana-norteamericana.
Hombre bravo y persistente fue el estratega militar holguinero, que se mantuvo en pie de lucha contra España desde el alzamiento independentista de 1868 hasta la intervención yanqui en 1898, cuando la Guerra Necesaria estaba prácticamente ganada.
Fue una vida azarosa la de Calixto García, que antepuso siempre los requerimientos de la Patria ante los suyos propios y los de su familia, la cual sufrió diferentes tragedias que, sin embargo, no mellaron su espíritu de combate.
Su figura destaca entre los más importantes hombres del Ejército Libertador, dentro del cual se distinguió por su capacidad de estratega para sitiar ciudades, batir grandes columnas y manejar exitosamente la artillería, acciones que requerían de grandes conocimientos técnicos.
De acuerdo con los historiadores cubanos Eduardo Torres-Cuevas y Oscar Loyola, el General mambí libró en 1897 acciones de relevancia como la toma de Victoria, en Las Tunas, y de Guisa, en Granma, batallas que causaron grandes estragos a España y posicionaron a las fuerzas independentistas de la región oriental.
Con la muerte de Calixto García, el pueblo cubano perdió a uno de sus hombres más valerosos, en una etapa incierta en la que sobre el país pendía la sombra de la anexión a los Estados Unidos.
Hoy, la oriental ciudad de Holguín, que lo vio nacer el 4 de agosto de 1839 y donde se guardan celosamente sus restos, honró su memoria en la Plaza de la Revolución que lleva su nombre, donde se han librado batallas de ideas con la misma braveza que el General de las Tres Guerras.
Allí, un nutrido grupo de holguineros, encabezados por autoridades del Partido y el Gobierno del territorio, se congregó para recordar las hazañas del León holguinero y develar dos tarjas, en las que figuran las palabras que pronunciara Raúl Castro Ruz durante el traslado, en 1980, de los restos del General hacia su tierra natal.
Homenaje hoy en Holguín a Calixto García Iñiguez