El Programa Cubano de Implante Coclear ha beneficiado a 480 personas en todo el país, niños en su gran mayoría
El pasado 3 de diciembre el doctor Manuel Enrique Sevila Salas, especialista en Otorrinolaringología “celebró” el Día de la Medicina Latinoamericana en un salón de operaciones del Hospital Hermanos Ameijeiras. Estaba interviniendo al paciente número 480, como parte del Programa Cubano de Implante Coclear, que un día después arribó a su aniversario 21.
Especializado en Otocirugía (cirugía de oídos), a este hombre de gran sensibilidad le acompaña la satisfacción —junto a otros profesionales que conforman equipos multidisciplinarios— de abrir el mundo de los sonidos a decenas de personas. De sus más de tres décadas dedicadas a la Medicina, 14 años han sido vinculados a los implantes cocleares.
De ahí que cuando la vida le da la posibilidad de escuchar y ver a pequeños o adultos ya implantados —como Yaidel Reyes Peña, Daniel de la Cruz Portales, Andy Amador, y el trabajador Ángel Sánchez— el cirujano siente con orgullo que sus conocimientos y habilidades quirúrgicas les han devuelto la felicidad a los seres humanos.
“El implante coclear no solo es un canal de audición, sino un camino para poder vivir mejor, con calidad de vida, y esto es un derecho* de los seres humanos”, resaltó.
Múltiples factores de riesgo influyen en tal discapacidad
La prioridad del Programa son los niños, muchos ya fueron implantados durante estos 21 años y hoy son adultos. No obstante, un número más reducido de adultos mayores también han tenido la posibilidad de beneficiarse como consecuencia de la pérdida de la audición, señaló la doctora Osmara Delgado Sánchez, especialista del Departamento Nacional de Adulto Mayor, Asistencia Social y Salud Mental, del Ministerio de Salud Pública.
Explicó que en la capital existe un servicio especializado, en el complejo hospitalario Marfán-Borrás, que se articula con una red en todas las provincias del país, donde están presentes equipos multidisciplinarios que atienden la rehabilitación pre y pos implante. Estos realizan también el diagnóstico de los niños, quienes luego de un proceso llegan al grupo nacional donde se les evalúa y se decide el tipo de dispositivo a implantar.
La especialista afirmó que hoy en Cuba existen más de 25 mil 980 personas con discapacidad auditiva, de ellos 5 mil 380 niños. Precisó que los factores son múltiples, predominando la causa congénita, pero otros están relacionados con el nacimiento y el bajo peso al nacer.
Yaidel y Ángel, dos triunfos de la medicina cubana
En abril del pasado año, cuando el pequeño Yaidel Reyes Peña no tenía los 5 años cumplidos, una meningoencefalitis colocó su vida en peligro, por lo cual se le afectó la capacidad auditiva. Otra historia es la de Ángel Sánchez Canales, ahora con 60 años, quien por razones naturales afrontó tal discapacidad.
Hoy ambos son implantados cocleares y desarrollan una vida normal. Yaidel cursa de manera exitosa el primer grado en la escuela primaria Leonardo Valdés, de la enseñanza general, ubicada en el municipio capitalino de Regla, y Ángel se desempeña como director de logística en una entidad.
“Soy un hombre afortunado”, manifestó Ángel a Trabajadores. “Primero, porque nací con la Revolución, soy un avileño devenido capitalino por determinadas circunstancias y, además, el implante me devolvió la posibilidad de comunicarme con el entorno, fundamentalmente con mi familia, mis amigos, los compañeros de trabajo”.
Comenzó con una pérdida auditiva en el año 2002 y en el 2007 ya era tan avanzada que, incluso, con una prótesis apenas escuchaba. No fue hasta el 2016 que se dieron los primeros pasos para el implante coclear, lo cual se hizo efectivo un año después.
“Fui intervenido quirúrgicamente en el Hospital Hermanos Ameijeiras por un equipo multidisciplinario encabezado por el doctor Antonio Paz; profesionales muy dedicados, que trabajan con mucho amor en este noble Programa que le debemos a la Revolución.
“Puedo asegurarle que solo el equipamiento está por encima de los 16 mil euros, entonces ¡puede usted imaginarse! Y no solo pienso en mi caso, sino en la de tantos niños que se ven limitados para insertarse en la vida social por problemas auditivos”.
Igual agradecimiento muestran los padres de Yaidel. Mirella Peña Simón y Yadian Reyes Carrión se emocionan tanto cuando hablan de lo que le ocurrió al niño a partir de la enfermedad que apenas pueden narrar lo sucedido.
Ahora todo parece una pesadilla. “El 3 de abril del 2017, en horas de la tarde, Yaidel debutó con una fiebre muy alta, vómitos, dolor de cabeza. En el Hospital Naval (Doctor Luis Díaz Soto) le hicieron una punción la cual determinó que se trataba de una meningoencefalitis viral”, contó la madre.
“Luego, en una situación muy crítica fue trasladado para el Pediátrico Marfán, directo a terapia intensiva. En esos momentos ya no me conocía, ni escuchaba mis palabras. Estuvo muy grave, 72 horas en estado de coma”.
Según comentó el padre, al niño le quedó como secuela una hipoacusia bilateral severa. “Al mes y unos días le hicieron la primera tomografía y había osificado demasiado rápido la cóclea del oído, se le endureció el huesillo, como dicen los cirujanos, entonces nos dijeron que no se podía operar. Al cabo de los dos meses nos llamaron para hacerle otra resonancia y entonces fue cuando se decidió la cirugía, que estuvo a cargo del doctor Sevila.
“Nosotros no tenemos palabras para agradecer todo cuanto se ha hecho, porque Yaidel se quedó en cero, es decir se le dificultaba todo, sentarse, caminar, escuchar. Hoy cuando lo llamo y él me dice: ‘dime papá’ a mí me parece increíble; primero pienso que no puede ser, después regreso a la realidad y me doy cuenta que no se trata de un sueño”.
*El Día de los Derechos Humanos se celebra cada 10 de diciembre, coincidiendo con la fecha en que la Asamblea General adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, en 1948.