Contar con la presencia de uno de los referentes de la música de concierto en Cuba, el maestro Alfredo Diez Nieto, fue un verdadero privilegio para los asistentes a la ceremonia de entrega del Premio de Creación Sinfónica Ojalá 2018, que auspician los estudios Ojalá y la Oficina del cantautor Silvio Rodríguez.
El galardón reconoce el empeño de jóvenes compositores, decididos a honrar la gran tradición cubana en este arte.
El jurado, integrado por tres reconocidos maestros, Leo Brouwer, Roberto Valera y Juan Piñera, decidió distinguir como finalistas a las obras Obertura y fanfarria para orquesta, de Daniel Torres Corona, y Caprichos de Igbola, para orquesta, de Arturo Cruz Robledo.
El premio, en igualdad de condiciones, correspondió a Equinoccio: concierto para violín y orquesta No. 1, de Jorge Enrique Amado Molina; y Estaban las demencias postradas, de Daniel Amir Toledo Guillén.
El jurado destacó la diversidad de las propuestas: 18 obras que hablan del potencial de la creación sinfónica en el país. Según se plantea en el acta de premiación, se tomó en cuenta la consecuencia de la pieza con el discurso que el compositor propone, y la excelencia técnica y artística demostrada.
El galardón conmemoró los centenarios de tres titanes de la música cubana en el siglo XX: Harold Gramatges, Argeliers León y el propio Alfredo Diez Nieto, quien compartió con los premiados y el jurado.
Las obras premiadas en esta edición del certamen de Creación Sinfónica Ojalá 2018 serán estrenadas en un concierto que tendrá lugar el 22 de diciembre, en el Oratorio San Felipe Neri, La Habana Vieja.
Esa será también la oportunidad para entregarle al importante pedagogo Salomón Gadles Mikowsky el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de las Artes de Cuba.