Si tuviéramos que expresar un concepto para definir al galeno cubano pudiéramos decir lo siguiente: el que trabaja con sus manos, es un artesano; el que trabaja con su mente es un científico; el que trabaja con el corazón, es un artista; pero el que trabaja con sus manos, su mente y su corazón es un médico cubano formado por esta Revolución socialista.
Así lo expresó el doctor Félix Padilla González, en nombre de los más de 200 colaboradores de la salud que junto a él arribaron esta mañana al aeropuerto internacional José Martí, en La Habana, procedentes de Sao Paulo, como parte del Programa Más Médicos, en Brasil, iniciativa contra la cual el presidente electo de esa nación, Jair Bolsonaro, expresó insolentes e inaceptables declaraciones, en fecha reciente.
Con la bandera cubana al frente y en manos de Yosvani Bermúdez y Regla Truffin, el numeroso grupo que llevó su labor humanitaria a municipios, comunidades y zonas intricadas en la geografía del gigante suramericano fue recibido por José Ángel Portal Miranda, ministro cubano de Salud Pública, viceministros y funcionarios de ese organismo y trabajadores de la terminal área número 3.
Sobre el valor de la misión realizada Padilla González expresó que retornamos a la patria con el orgullo del deber cumplido, con mayores experiencias, mejor preparación como profesionales y más convencidos que nunca de lo que significa ser un médico cubano.
Recordó que llegaron a Brasil con deseos y expectativas de ayudar a un pueblo que en los más remotos parajes por primera vez tuvieron contacto con un médico y ese médico fue cubano.
De igual modo se refirió a las difíciles y complejos cuadros de salud que asumieron totalmente diferentes a los nuestros, así como a situaciones a veces muy complejas, pero nos sobrepusimos porque para ser médico se requiere, ante todo, de una sensibilidad exquisita, una gran calidad humana, una moral a toda prueba y esos son valores inculcados en nuestra formación
En nosotros no solo encontraron a un alto profesional, sino también amor y respeto. Grandes y muy emotivas fueron las manifestaciones cariño encontradas en nuestros pacientes cuando por primera vez eran examinados, cuando por primera vez eran tratados como seres humanos.
El viceministro cubano de Salud Pública, Alfredo González Lorenzo, al darle la bienvenida oficial a los cooperantes internacionalistas, señaló que por estos días hemos sentido un profundo pesar por el impostergable regreso de ustedes a la patria y la dura repercusión que tendrá sin dudas tendrá en los servicios de salud al pueblo brasileño sobre todo en los más humildes, desposeídos y olvidados por el capitalismo cruel.
Agregó que a Jair Bolsonaro no le importa la salud de millones de brasileños pobres, de las poblaciones más inaccesibles. Guiado por el odio visceral a los que luchamos por un mundo mejor, ha irrespetado y tratado de comprar en numerosas ocasiones a los galenos cubanos y ha intentado denigrar de nuestro gobierno revolucionario con mentiras y falacias.
El vicetitular subrayó que ustedes edificaron en Brasil una inmensa obra de amor a los sectores más desfavorecidos y mencionó lugares como Minas Gerais, Sao Paulo, Bahía y Maranahu.
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