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Lieberman: los motivos del lobo

Como un astuto jugador de ajedrez,  el ultraderechista Avigdor Lieberman, recién dimitido Ministro de Defensa, movió  sus piezas en el tablero de la crisis política de Israel al retirar su partido, Israel Nuestro Hogar de la coalición gubernamental y poner en jaque mate a su primer ministro, Benjamín Netanyahu, con miras a coronarse nuevo jefe de Gobierno del Estado sionista.

Lieberman (izq) Netanyahu (der). Foto: Hispan TV

Ha sido este uno de los motivos reales de su renuncia al mando militar, que ocupaba desde 1976, y no su aducido argumento de la oposición a la frágil tregua acordada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) e Israel, por mediación del Gobierno de Egipto, para evitar una más peligrosa escalada de los enfrentamientos en la Franja de Gaza.

Lieberman, connotado ultranacionalista y racista, es considerado un sanguinario carnicero por su largo expediente de asesinatos selectivos y de acendrado odio y exterminio de la población civil palestina y un exponente principal de la destrucción de Siria, el Líbano e Irán. La población palestina de la Franja de Gaza no ha escapado de sus feroces garras.

La frágil posición de Netanyahu, objeto de grandes criticas de importantes sectores del Partido Likud y de otros miembros de su coalición de Gobierno, por lo que consideran su indecisión por no continuar bombardeando a Gaza, las debilidades y errores del premier en la conducción de su gestión administrativa y por reiteradas acusaciones de corrupción, abocaron al principal aliado de Estados Unidos a una seria crisis interna que amenaza convulsionar a la dirección política a Tel Aviv.

Los de más halcones de alianza de organizaciones derechistas y ultraderechistas que acompañan al Likud no solo han mostrado su disgusto con el papel desempeñado por el jefe del Ejecutivo durante la última escalada de tensiones israelo-palestinas en la Franja de Gaza.

En medio de estas desavenencias subyace la posibilidad de la disolución del Knesset (Parlamento) y la convocatoria a nuevas elecciones generales, que según analistas, el ultraconservador Partido Likud, continuaría siendo la fuerza más votada, a pesar de lo afectado que se ha visto la credibilidad de Netanyahu.

No obstante Lieberman, eterno aspirante al premierato sionista, espera con su renuncia sacar mayor ventaja e incrementar su aval político para lograr sus objetivos.

De lograrlo, Israel contaría con otro jefe de Gobierno caracterizado por sus opiniones nacionalistas, racistas y extremistas, que se pronunció en su momento por asesinar al fallecido líder palestino Yasser Arafat, y de ser partidario de destruir a Cisjordania, aplastar la resistencia palestina, de bombardear al Líbano e Irán y de decapitar a aquellos árabes israelíes que sean desleales al Estado sionista.

Como lo aseveran los que han seguido su larga carrera y depredadora carrera antiárabe, Lieberman, colono judío de origen moldavo, llegó a Israel el año 1978 desde la ex república Soviética y comenzó poco a poco a escalar en la vida política israelí, a partir de una postura ultranacionalista que lo llevó a comandar uno de los partidos más extremos de la entidad sionista: Israel Nuestra Hogar (Yisrael Beitenu) que congrega gran parte de los votos de línea dura de la inmigración judía desde la antigua Unión Soviética.

De lograr destronar a Netanyahu y asumir las riendas del Gobierno,

el archienemigo de la resistencia palestina, de Siria, de Hezbollah (Partido de Dios) con asiento en el Líbano e Irán, se incrementarán las tensiones en la región con el evidente peligro de una conflagración de impredecibles consecuencias, que puede extenderse por toda el área, incluyendo al  propio pueblo israelí.

No olvidar que Avigdor Lieberman representa también la persistencia en la anexión total de los territorios árabes ocupados y  del genocidio que Tel Aviv perpetra en Palestina.

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