Uno de los argumentos utilizados por el presidente electo en Brasil, Jair Bolsonaro, al referirse a la situación de los médicos cubanos en su país fue la dudosa calidad de la formación de unos profesionales que no habían pasado por un proceso de validación de títulos.
Con los argumentos aportados por Luis Alberto Pichs García, rector de la Universidad de Ciencia Médica de La Habana y de Jorge González Pérez, Director Nacional de Docencia del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) así como las entrevistas realizadas a Mayrin Lago, decana de la Facultad de Ciencias Médicas Victoria de Girón y a Lilia González Cárdenas, profesora de la Escuela Nacional de Salud Pública, esta emisión de Más que Médicos desmonta los criterios del presidente brasileño y confirma, con datos y cifras precisas, el rigor de la enseñanza médica en nuestro país.
Cubadebate resume 10 puntos claves del análisis realizado en esta emisión de Más que Médicos, sobre la calidad de los procesos de formación y superación de los médicos cubanos a partir de un programa actualizado que prioriza no solo la medicina, sino también el humanismo.
- Acceso a la enseñanza médica riguroso y organizado: Los aspirantes deben aprobar pruebas de ingreso de Matemática, Español e Historia y luego competir, a partir de sus resultados, por las plazas aprobadas en cada universidad en función de las necesidades de recursos humanos de los territorios. Si bien todos tienen derecho a solicitar el ingreso, el acceso en sí depende de su esfuerzo. Cada año, aproximadamente el 70% de los estudiantes que optan por la carrera de medicina logran acceder a ella.
- Ingreso no significa graduación: Los estudiantes deben cursar una carrera rigurosa con una duración de seis años que exige altas dosis de motivación, sacrificio y estudio. Se combinan clases de alto nivel académico con un sistema de evaluación sistemática y profesores muy exigentes.
- Programa de estudios actualizado y flexible: El programa académico de la carrera incluye diversas asignaturas que integran los conocimientos mundiales de medicina -constantemente en actualización-, con la educación personalizada para las condiciones y características en que se ejerce esta profesión en Cuba.
Además, se combinan los estudios teóricos con la vinculación práctica, de modo que los estudiantes integren las bases académicas en los escenarios reales de la profesión. El programa académico comprende el estudio de ciencias básicas en una primera etapa y luego, en el proceso de formación desde tercero hasta sexto año, la comprensión de patologías y curas a través de la relación con el enfermo en los centros asistenciales.
- Programas y carreras de calidad en constante evaluación: Todas las carreras de medicinas que se estudian en las Universidades de Ciencias Médicas del país han sido acreditadas por la Junta de Acreditación Nacional (JAN) a partir de evaluaciones que incluyeron exámenes integradores a estudiantes, visitas a escenarios docentes, entrevistas a los empleadores y estudiantes egresados, así como análisis de las condiciones de infraestructura y condiciones generales de la especialidad en cada territorio.
Además, la Escuela Nacional de Salud Pública asegura la excelencia y calidad de la docencia y la investigación que se expresa en cursos nacionales e internacionales, diplomados, programas de maestría y doctorados.
- Más médicos en formación no significa menos calidad: El sistema de enseñanza médica tiene como principio asegurar escenarios formativos en función de sus matrículas. Existe una red de universidades de Ciencias Médicas por todo el país y en todas se aplica un único programa académico y los mismos exámenes, para que cualquier estudiante pueda acceder a una formación de calidad independientemente de su lugar de residencia.
Además, la enseñanza de esta profesión pertenece al Sistema Nacional de Salud y está subordinada al MINSAP para asegurar una conexión entre las facultades y todos los centros de salud generando mayores espacios de formación y más profesores.
En La Habana, por ejemplo, la Universidad de Ciencias Médicas está vinculada a 54 hospitales, 82 policlínicos, 17 centros de investigación y todas las unidades de atención primaria de salud, que aseguran la formación de una matrícula de más de 12 mil 600 estudiantes.
- Enseñanza y profesión con reconocimiento internacional: En nuestro país se han formado más de 45 mil médicos de 115 países del mundo a partir de convenios o intereses de estudiantes individuales. Además, se forman médicos expertos en más de 60 especialidades que son reconocidos a nivel internacional.
Cuba ha ganado un prestigio en la rama de la investigación pero también en las áreas de dirección y formación de la universidad. Profesionales cubanos se han desempeñado como presidentes de la Unión de Universidades de Medicina de América Latina y de la Asociación Latinoamericana de Facultades y Escuelas de Medicina. Tales datos confirman el prestigio y la calidad de la enseñanza médica cubana a nivel internacional.
- Educación basada en la cultura de la prevención: En Cuba los médicos no se forman solo para curar enfermedades en pacientes puntuales, sino también para preservar la salud como un todo. Para ello se insiste en la cultura de la prevención que asegura entender las funciones de los médicos más allá de un lugar, una enfermedad o una condición puntual, sino como actores de escenarios en los que el paciente está en contacto con la familia, la comunidad y el medio ambiente y todos ellos influyen en su estado de salud. No se trata solo de estudiar los síntomas de un paciente, sino de entender la situación en que vive, el agua que toma o las personas con que comparte para asegurar que todas estas condiciones se desarrollen en armonía y evitar enfermedades.
- Superación constante en función de adelantos mundiales: La Dirección de Docencia del MINSAP desarrolla un programa constante que permite equiparar los conocimientos y adelantos médicos en el mundo con los procesos de superación en Cuba. Varios profesionales cubanos son enviados a centros educativos de prestigio internacional para formarse en campos y técnicas específicas desarrolladas a nivel mundial y expertos de todo el mundo imparten seminarios en la Isla para posibilitar una superación amplia que llegue a más médicos.
- Actualización tecnológica constante: En los últimos años se han introducido en el país 44 nuevas tecnologías para tratar diferentes enfermedades y condiciones. Este es el caso de la fertilización in vitro y de otras relacionadas con los tratamientos cardiológicos. Esto asegura la superación constante del sistema de salud y de sus médicos.
- Los más capaces, pero también los más humanos: En Cuba se asegura una formación académica y profesional de rigor y calidad para los futuros médicos, pero se combina con la enseñanza de la buena educación, el respeto al paciente y el trato de cercanía, de modo que aprendan no solo de medicina, sino también de humanismo.
(Tomado de Cubadebate)