En su concepción estratégica para garantizar el éxito de la lucha contra la tiranía de Fulgencio Batista, el máximo jefe rebelde, Fidel Castro Ruz, concedió especial importancia a la extensión de la guerra a todo el país y, como parte de esto, a la creación de condiciones para su desarrollo en la provincia de Camagüey, sede del Segundo Distrito Militar y del Regimiento no. 2 Agramonte, de la Guardia Rural.
Con ese objetivo, el 27 de abril de 1958 instruyó al teniente Orlando Lara Batista acerca de cómo operar en esta, en correspondencia con lo cual el 1.o de mayo arribó a territorio agramontino un pelotón encabezado por el teniente José Botello Ávila, y otro lo hizo el 26 del propio mes, bajo el mando del primer teniente Roberto Reyes Reyes, el Baracoeso. Antes, en febrero, Benigno González había organizado un grupo de escopeteros en la zona de Santa Lucía, en Nuevitas, parte del cual fue asimilado por Lara a fines de marzo, y el otro grupo permaneció allí bajo la dirección de Paulino Hernández.
Tras la derrota de la Ofensiva de Verano del ejército contra la Sierra Maestra, el Comandante en Jefe decidió el envío de tropas a otras provincias, entre estas la Columna no. 11 Cándido González que, con instrucciones de no moverse en vehículos, cuidarse de la aviación y evitar encuentros con el adversario durante el traslado, el 8 de septiembre emprendió la marcha rumbo a la región camagüeyana, bajo el mando del capitán Jaime Vega Saturnino, y arribó a ella al amanecer del día 22. Sin embargo, su jefe incumplió las referidas indicaciones y la tropa cayó en una emboscada en el lugar conocido como Pino 3, con saldo de 20 combatientes muertos y 13 capturados y asesinados en esa propia fecha.
Una vez recibidos informes detallados de lo acontecido a la Columna no. 11, Fidel determinó enviar hacia esa zona a la Columna no. 13 Ignacio Agramonte, comandada por Víctor Mora Pérez, con similares instrucciones y la misión de unificar el mando en el territorio, analizar la responsabilidad de Jaime Vega en lo acontecido en Pino 3, apoyar el cobro de impuestos de guerra, e impedir el paso de efectivos y medios del ejército hacia Oriente.
Fundación del nuevo Frente
El 18 de octubre la Columna 13 partió rumbo a su destino; el 4 de noviembre penetró en territorio camagüeyano, y el 18, luego de emboscar con éxito al enemigo en Charco Piedra el día 14, se dirigió a los montes de San Miguel del Junco, en el sur, donde quedó oficialmente abierto el Frente Camagüey y establecida su comandancia.
Desde el punto de vista organizativo, la Columna 13 contó con una comandancia, seis pelotones de combate a esta subordinados; seis pelotones de combate independientes unidades de aseguramiento: finanzas, milicia, policía, servicios de inteligencia y médicos, y cuartel maestre, así como planta de radio, escuela de reclutas, cárcel y fiscalía. Y la 11, con seis pelotones de combate independientes, y radio, sanidad y suministros, además de unidades de aseguramiento.
Accionar combativo
Entre las acciones combativas libradas en el Frente figuran el ataque al puesto de la guardia rural en Manatí, en cooperación con efectivos del Cuarto Frente Simón Bolívar; emboscados en Hatuey, el campo de aviación del central Francisco, y el kilómetro 6 del terraplén que comunicaba al central Francisco con el Elia; rechazaron la embestida del ejército a la comandancia, en San Miguel del Junco; ocuparon el cuartel de Punta Alegre, y atacaron y liberaron Jobabo, conjuntamente con la Columna 12 del Cuarto Frente.
Al producirse la huida del tirano, prácticamente todas las guarniciones de la región se encontraban en poder de los rebeldes, y de inmediato se iniciaron las conversaciones para la rendición del regimiento, lo cual se logró en la mañana del 2 de enero de 1959.
Las fuerzas del Frente Camagüey cumplieron las misiones a ellas confiadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, empeño en el que contaron con el decisivo apoyo y colaboración de los combatientes clandestinos, del campesinado y de todos los hombres y mujeres dignos de la tierra del Mayor.
