La ligereza de su figura delata claramente la agilidad con que Arnaldo Medina Rodríguez acostumbra a asumir su trabajo. En los potreros y las vaquerías de la Empresa Pecuaria Managuaco de la provincia de Sancti Spíritus ha construido su vida laboral y personal en diferentes funciones relacionadas con su profesión de Médico Veterinario.
La responsabilidad de la vigilancia sanitaria de la masa vacuna de esa entidad, las preocupaciones por obtener crías saludables y rebaños de buena raza le han robado el sueño a Arnaldito por más de tres décadas. Pero asegura que sus mayores desvelos han estado relacionados con su compromiso como representante de los trabajadores.
“La tarea como dirigente sindical llegó al unísono de mi incorporación al trabajo como Técnico Veterinario en la Granja Genética Dos Ríos. Ahí logramos un fuerte movimiento emulativo y un sistema de estimulación interno a los trabajadores, que posibilitó que la granja fuera millonaria en la producción de leche”, rememora.
Estas dos tareas solo se interrumpieron a principios de los noventa del pasado siglo, momento en que ganó una beca para cursar la licenciatura de su especialidad en la Universidad Central Martha Abreu de Las villas.
Por ese ímpetu con que asumió su juventud asegura que confía plenamente en los jóvenes. “Ellos se imponen con entusiasmo y dinamismo. Hay que entenderlos, guiarlos y representarlos. Se ponen metas y propósitos altos y lo cumplen”, comenta Arnaldito.
Hoy, con mucha experiencia acumulada, este espirituano habla del sacrificio de los trabajadores agropecuarios, de lo importante de consagrarse al trabajo y de ser ejemplo. Y está convencido de que la representatividad sindical es esencial para impulsar a los trabajadores a cumplir los indicadores productivos y económicos.
Arnaldo Medina fue electo por sus compañeros de labor como delegado al XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba. Luego de haber participado en los dos cónclaves precedentes asegura que la misión del movimiento obrero cubano radica en estar atento siempre al trabajador que está en la base y lo esencial de la labor que realiza para aportar a la sociedad.