El efectivo desempeño de una sección o buró sindical pasa inexorablemente por elementos tan vitales como la preparación de sus dirigentes, el liderazgo y la acción de organizar y movilizar a todos los trabajadores.
Así lo refrendaron los participantes en la comisión que debatió el tema relacionado con el funcionamiento del sindicato, su papel de representante y capacidad de convocatoria y movilización que sesionó este viernes durante la II Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Hotelería y el Turismo.
En opinión de la delegada Yanara Soto, de Santiago de Cuba, una buena selección de la persona que va a ocupar responsabilidades en el sindicato resulta un factor que influye en los resultados productivos de un colectivo laboral.
Al respecto Miriam Sesma Calcedo, del complejo hotelero Capri-Victoria, en La Habana, subrayó que el dirigente sindical tiene que ser un autodidacta, nutrirse de conocimientos políticos, económicos, sociales, legislación laboral para ejercer con efectividad su labor política e ideológica y de debate y esclarecimiento ante sus afiliados y llevar al frente la tarea que nos corresponde.
Para Estrella Sánchez, del hotel Meliá-Las Antillas, en Varadero, el sindicato tiene que estar delante de los problemas y no esperar a que otros lo señalen. Hay que dedicarle todo el tiempo que sea necesario a los trabajadores, conocer sus problemas e inquietudes y que vean en el dirigente sindical no a la persona que viene a cobrarle una cotización, sino al que representa y defiende los intereses del colectivo.
Acerca de esas y otras intervenciones, Carmen Rosa López Rodríguez, segunda secretaria de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), apuntó que el Sindicato Nacional de la Hotelería y el Turismo ha dado pasos importantes en el funcionamiento de sus organizaciones, sin embargo aún falta autopreparación en los cuadros profesionales.
Ismael Luis Vidal y Miriam Casañas Tuya, sindicalistas del sector no estatal en la provincia de Camagüey y La Habana, respectivamente, expresaron sus preocupaciones con respecto a la actual limitación que establece una capacidad máxima de 50 sillas en los denominados “paladares” y coincidieron en la necesidad de que los organismos competentes valoren la ampliación de esa regulación.
Los delegados en esta Comisión precisaron en sus pronunciamientos la necesidad de seguir avanzando en el desarrollo de las asambleas de afiliados para que cumpla su cometido y jerarquizar el apoyo a los Comités de Innovadores y Racionalizadores en cada colectivo laboral.
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