Exigente, inconforme, leal a la patria y a los intereses de sus afiliados, así se reconoce el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Hotelería y el Turismo (SNTHT), organización a la que Fidel le vaticinara, en una carta, que los “éxitos esperados de la industria del ocio constituirían un nuevo triunfo de la Revolución”.
Enviada a propósito de instituirse el 4 de marzo de 1995 como día del ramo, en un aniversario más del natalicio del mártir del Moncada Elpidio Casimiro Sosa González, la misiva guía el presente y futuro de la organización lidereada por Víctor Manuel Lemagne Sánchez.
El texto resume la esperanza del Comandante en Jefe en los trabajadores del turismo, llamados, escribiría, a capitanear la batalla por la recuperación económica del país, con tres escudos como amparo: “Calidad en el servicio, profesionalidad y los altos niveles de eficiencia proyectados para el sector”.
“Qué extraordinaria vigencia la de este documento”, confiesa Víctor. A sus espaldas, como bandera, una de sus imágenes preferidas. Son Fidel y él, y un estrechón de manos memorable.
“Fue en la víspera del 28 de octubre de 1996, fecha fundacional de nuestro sindicato”, recuerda aún emocionado. Ese día, narra, le entregué un cheque simbólico con la suma de un millón de CUC, voluntariamente donado por los trabajadores para programas de la salud. La veinteañera iniciativa, afirma, ya supera los 23 millones.
A 23 años de aquella fecha, el SNTHT vivirá las sesiones finales de su Segunda Conferencia. El 16 y 17 próximos, a unos días del segundo aniversario del deceso de Fidel, acontecerá el encuentro consagrado a quien aún se le debe un turismo eficiente, profesional y muy cubano, “más que un lema, un propósito”.
Con la certeza de haber acompañado al Ministerio de Turismo (MINTUR) en la contribución de mayores ingresos al país, “hemos llegado a este trascendental momento, antecedido por el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba y el proceso orgánico del XXI Congreso de la CTC, próxima a cumplir 80 años de creada”.
Un saldo relevante de la etapa, asegura, fue “cerrar el 2017 en 57 centavos de gasto por CUC de ingreso, respuesta a los señalamientos que Raúl Castro Ruz le hiciera al MINTUR en el 2004, cuando indicó lograr los 62 centavos promediados por el grupo Gaviota, un índice que estaba en 82 centavos”.
Incluso, esos 57 centavos bajaran, advierte, si se usan de modo racional el agua, la electricidad. “Hay reservas en el manejo de los portadores energéticos, la materia prima y en la recuperación de equipos e insumos, que ayuden a sustituir más importaciones”.
En tan urgido alivio financiero decisivos son los aniristas, algunos a la espera de la generalización de sus inventivas, vitales, reconoce, en los éxitos de un turismo precisado del encadenamiento productivo con otros sectores, ventajoso para abaratar costos, fabricar más en casa, traer menos de afuera, generar empleos, saldo directo del eslabonamiento entre industrias.
Una respuesta eficaz, medita, significaría calmar dolores de cabeza a quienes elaboran alimentos en hoteles, esperan por el transporte obrero, por la calidad de los uniformes o su adecuado tallaje, por citar algunas situaciones en las que no se debe dejar solo al turismo, por el bien de la economía y del bienestar social.
Según sus apreciaciones, el sindicato debe insistir más en la eficacia de las inversiones, en especial por la oportunidad de los mantenimientos, no siempre realizados cuando tocan, y por la recuperación de habitaciones fuera de orden.
Por la avenida de la eficiencia, dos aspectos claves siguen atascados, lamenta. El primero lo relaciona con la calidad de los servicios, donde los “equívocos suelen generar demandas de los clientes y estas a su vez gasto de dinero por indemnizaciones”.
El segundo elemento es peor: “Duele —valora— la falta de comprensión sobre el flagelo del delito, la corrupción y las ilegalidades, que mina la economía y la moral de los colectivos, un asunto requerido de combate enérgico, de enfrentamiento diario y de eliminarse sus causas y condiciones”.
La recuperación por los daños de Irma en septiembre del 2017, se inscribe, a su juicio, entre las actitudes heroicas de la etapa, una “épica protagonizada, además de las fuerzas constructoras, por nuestros trabajadores, que dejaron listos hoteles y red extrahotelera para la pasada temporada de alza turística. A ellos, el eterno agradecimiento y nuestras felicitaciones”.
En términos económicos, el secretario general señala el 2016 como un año especial para el MINTUR. Cumplimientos de los ingresos por exportación de servicios, de las utilidades y los aportes al Estado, resumen un tiempo esplendoroso que, en cambio, no se reflejó igual en los salarios, la principal preocupación de la mayoría de los 84 mil afiliados de este sindicato.
En 551 pesos concluyó en el 2017 el salario medio del sistema empresarial del MINTUR, baja remuneración que, alerta, impacta negativamente en la cuantía de la jubilación y causa del éxodo de fuerza calificada, y muy perjudicial a la calidad. “Los que se van son suplidos por personal no siempre suficientemente capacitado”.
No obstante estas y otras inconformidades relacionadas con el salario, el pago por resultados y el de la eficiencia económica, hay un compromiso de los trabajadores de “realizar el máximo esfuerzo por ayudar a la nación, en medio del recrudecimiento del bloqueo”.
Como compleja calificó la “misión política de sindicalizar a los no estatales en las actividades de restaurantes, arrendamiento y gestor de alojamiento, desde donde han contribuido a la elevación del producto interno bruto”.
En relación con la vida orgánica, hay razones para sentir satisfacción con la gestión, sin embargo, admite Víctor, han habido lagunas en el funcionamiento y en la representación sindical. “No siempre se ha actuado consecuentemente en todos los niveles de dirección”, considera.
Sin embargo, cuando esta semana 235 delegados de todo el país asistan a las sesiones finales de la Segunda Conferencia, el SNTHT habrá dado otro paso en el intento de convertirse en referente del movimiento sindical cubano. Seguir incrementando la exportación de servicios, afirma, será sempiterna meta. A ese propósito tributa el SNTHT con movimientos tan eficaces como el de Líder de la Calidad, el Criollito, o el de los Valores. Todo ello, porque, como asegura Lemagne Sánchez, lo que importa es servirle y servirle bien a la Revolución.