Solo dos colecciones de versos publicó José Martí antes de su caída en combate, el 19 de mayo de 1895, en Dos Ríos, en lucha por la libertad y la independencia de la patria amada frente al yugo colonial español.
«Mi caballero», «Musa traviesa» y «Tábanos fieros» son algunos de los quince poemas que aparecen en las páginas de este libro, que el Maestro dedica a su hijo José Francisco Martí Zayas-Bazán.
Libro que se presenta al lector con una breve dedicatoria, toda una firme y hermosa declaración de amor y principios:
Hijo:
Espantado de todo, me refugio en ti.
Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti.
Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de verte en una forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón.
¡Lleguen al tuyo!
El alcance, trascendencia y permanencia de Ismaelillo no solo radica en los valores ideoestéticos de estos poemas, nacidos desde el inmenso amor que un padre le profesa a su pequeño hijo.
Es conocido que Ismaelillo –como han analizado los estudiosos del legado del Héroe Nacional cubano— es muestra de una manera nueva, diferente, que revolucionaría la literatura creada, a fines del siglo XIX, en Hispanoamérica.
La investigadora, ensayista, poeta y traductora Carmen Suárez León, al reflexionar sobre el tema, asegura:
Nadie había oído a la poesía de lengua española hablar hasta entonces una lengua tan novedosa, dotada con tan luminosos reflejos surreales, plagada de imágenes entrañables y enraizadas en la tradición hispánica, donde oralidad y poesía se funden en sabias páginas. Así es el lenguaje renovador de Ismaelillo, arrollador, esdrújulo y relampagueante.
Ismaelillo, que ahora publica la Editorial Pueblo y Educación (2018, 40 pp), resulta siempre una lectura –o relectura— enriquecedora. Un libro que engrandece, que enaltece, que ennoblece, a quienes lleguen a sus páginas.