A propósito de la Jornada Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (del primero al 30 de noviembre), una mirada a la accidentalidad mortal en lo que va de año
“El trabajador tiene ante todo que pensar en sí mismo, en su familia, y exigir que las administraciones garanticen las condiciones de seguridad y salud en el trabajo”, fue la frase categórica de Diana Cassola Jiménez al referirse a las causas que inciden en la accidentalidad mortal.
Acerca del tema, la subdirectora general de la Oficina Nacional de Inspección del Trabajo (Onit), adscrita al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), subrayó la importancia de evaluar los riesgos, pues a veces solo se plantea la necesidad de realizar alguna que otra inversión.
De igual manera, sin restar importancia a los equipos de protección, señaló que este es “el último eslabón” dentro de las acciones que se pueden tomar para la prevención, porque lo fundamental es garantizar la seguridad en el puesto laboral. “¡Claro, si el eléctrico va a trabajar en una línea en caliente pues obligatoriamente debe contar con ese medio!
“De ahí que el programa anual de acciones preventivas debe convertirse en un instrumento para las administraciones que están en el deber de identificar los riesgos e instruir a los trabajadores”.
Numeritos que duelen
Al cierre del mes de septiembre del presente año culminaron por parte de las filiales provinciales de la Onit las investigaciones de 60 accidentes mortales, lo cual permitió clasificarlos de la siguiente manera: 43 como accidentes de trabajo (15 de estos en la vía pública, en los que fallecieron 45 trabajadores, pues dos fueron múltiples; es decir, perdió la vida más de una persona), 10 se consideraron equiparados de acuerdo a lo que establece la Ley de Seguridad Social (ocurrieron durante el trayecto de ida y regreso al trabajo), y siete comunes (sin relación causal con el trabajo).
En este período se concentran la mayor cantidad de fallecidos en las provincias de La Habana (15), Villa Clara (6), Guantánamo (5), Holguín y Camagüey (4 cada una), y en los ministerios de la Construcción (12), Energía y Minas (6) e Industria Alimentaria (4), Azcuba (6) y en los Consejos de Administración Provinciales (10, en diversos sectores).
La funcionaria del MTSS subrayó que el mayor porciento de los occisos operaba equipos y conducía vehículos automotores. En tanto, las principales formas de accidentes fueron de tránsito, caídas de personas, golpeaduras y atrapamientos.
Entre las causas de estos incidentes fatales sobresalen factores organizativos y de comportamiento, tales como adoptar posiciones o actitudes peligrosas, métodos y procedimientos de trabajo inseguros, e incumplimientos de las responsabilidades de los directivos.
Por otra parte, las causas de las conductas de los seres humanos estuvieron dadas, fundamentalmente, por las violaciones del Código de Vialidad y Tránsito, además de otras normativas.
Algunas tendencias
Los años dedicados a esta labor le permiten a la subdirectora de la Onit —la oficina tiene entre sus misiones fiscalizar en las entidades la implementación del Código de Trabajo y su legislación complementaria— hablar con conocimiento de causas, y para ello se apoya en las estadísticas que lleva la entidad a punta de lápiz, como se dice en buen cubano.
Al comentar algunas de las tendencias que caracterizan la accidentalidad mortal de trabajo en Cuba dijo que los organismos —lógicamente por su objeto social— que incurren con mayor frecuencia son los ministerios de Energía y Minas (sobre todo la Unión Eléctrica), Construcción, Alimentaria, Industria, la Agricultura y Azcuba.
Explicó que La Habana, Villa Clara y Holguín son las provincias más recurrentes; los picos se presentan en los meses de enero, febrero, septiembre, noviembre y diciembre, y el sexo masculino resulta el más afectado. Precisó que luego de sucedido el accidente mortal las entidades están en la obligación —en un término de 24 horas— de informarlo a las filiales provinciales de la Onit y estas cuentan con un plazo de 30 días para la investigación.
Conductores profesionales: punto y aparte
Teniendo en cuenta la cantidad de accidentes de trabajo en la vía las inspecciones se llevan a cabo con una determinada intencionalidad. “Se les está dando prioridad a la labor de los conductores profesionales y a la prevención vinculada a la seguridad vial”.
Hasta la fecha —comentó— la Oficina y sus filiales provinciales han efectuado alrededor de 970 inspecciones en entidades donde laboran 5 mil 54 conductores profesionales. Sin embargo, de esa cifra 304 no cumplían lo establecido en los Códigos de Trabajo (Ley no. 116) y de Tránsito (Ley no. 109) en cuanto a la calificación y recalificación del personal.
Tales controles también detectaron que a un porciento alto de estos trabajadores tampoco se les estaban haciendo los chequeos médicos preempleo, psicométricos, que deben realizarse de forma periódica. Además, se detectaron irregularidades en relación con la revisión técnica de los vehículos y con el régimen de trabajo y de descanso de los choferes, lo cual resulta imprescindible cumplir.
“Las administraciones y los trabajadores tienen en sus manos las posibilidades de evitar accidentes”, aseveró la especialista.