Al limitar el desarrollo de la economía cubana con medidas coercitivas que dañan, incluso a terceros países, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace más de medio siglo constituye la principal agresión a los derechos humanos de los habitantes de esta Isla.
Así lo reconoce el informe que Cuba someterá a votación en la ONU el venidero 31 de octubre, el cual plantea que “constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todo el pueblo cubano y califica como acto de genocidio, a tenor de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948.”
La hostil política, según este documento, “es violatoria de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, y constituye un obstáculo para la cooperación internacional.”
El segundo artículo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, establece precisamente que “toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”, postulado que el gobierno norteamericano parece no atender cuando de la Mayor de las Antillas se trata.
Solo por citar algunos ejemplos, el sistema de salud cubano ha sufrido graves afectaciones derivadas de las dificultades para adquirir medicamentos, reactivos, instrumental, piezas de repuesto para equipos médicos y otros insumos necesarios.
Según un reporte de la ACN, los pacientes, familiares, especialistas y enfermeros, comprometidos con la calidad de los servicios oncológicos en el Hospital de Ciego de Ávila, sufren diariamente las restricciones que causa el bloqueo.
José Manuel González Cendán, jefe de servicios de oncología en el hospital avileño Antonio Luaces Iraola, explicó que el cerco norteamericano afecta la adquisición de tecnologías de avanzada como colonoscopios, broncoscopios y tomógrafos computarizados multidetectores o multicortes (TCMD).
También provoca déficit de láminas para el diagnóstico de anatomías patológicas y citológicas, de alcohol absoluto, bránulas, equipos de suero e infusión y citostáticos, aun cuando el programa de cáncer es uno de los más protegidos por el sistema de salud cubano, expresó.
El bloqueo ha afectado también la esfera de la Educación, un derecho humano que la Isla defiende desde el triunfo de la Revolución.
Según Paul Torres Fernández, vocero del Ministerio de Educación, debido a ello los servicios de enseñanza gratuita e inclusiva en Cuba se ven afectados por notables carencias, las que se hacen presentes en todos los tipos y niveles de enseñanza.
Existen limitaciones con el mantenimiento de los círculos infantiles, para la adquisición de sillas de ruedas eléctricas y prótesis para los niños para la educación especial, para la compra de módulos destinados a la enseñanza en Ciencias Naturales y la disponibilidad de computadoras.
El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos también repercute en el sector de la alimentación, indispensable para el desarrollo humano de cualquier sociedad.
A decir de Nancy Valdés, viceministra de Comercio Interior, Cuba debe adquirir en destinos lejanos mercancías esenciales, lo cual provoca pérdidas por reubicación geográfica.
Entre los productos más afectados en el mercado en moneda nacional señaló el arroz, que se debe importar desde países como Vietnam, Argentina, Brasil y Uruguay; los chícharos, desde Canadá; los frijoles, desde China; y los insumos gastronómicos, desde Portugal y España.
Además, en cuanto a la producción y los servicios, se provocan daños a las inversiones en las cadenas de frigorífico, transporte y red minorista; existe falta de disponibilidad de partes y piezas de repuesto para equipamiento, así como de financiamiento y acceso a las nuevas tecnologías, condiciones que favorecen el desabastecimiento e inestabilidad de productos.
En el campo del deporte cubano, uno de los grandes logros alcanzados por la Revolución, se ve disminuida su capacidad de importar implementos de marcas estadounidenses, muchos de ellos de uso obligatorio, según lo estipulado en los reglamentos oficiales de las Federaciones Internacionales, recoge el informe.
Obstaculiza también la comercialización y promoción de la música, las artes plásticas, las artes escénicas y la literatura cubanas.
Y es que como afirmó el presidente cubano Miguel Díaz-Canel en la ONU, “el bloqueo ha constituido y sigue siendo un obstáculo fundamental al desarrollo del país y a la realización de las aspiraciones de progreso y bienestar de varias generaciones de cubanos.”
(Tomado de ACN)
