Hablar sobre las reacciones internas que llevaron a actores, directores y escritores a adoptar determinadas posturas, escoger temas y fórmulas de resolución, así como descubrir aquellos mensajes un tanto ocultos a ojos no adaptados son varias de las posibilidades que regala el evento teórico del Festival Nacional de Teatro, que se celebra en Camagüey hasta el 14 de octubre.
El leitmotiv de los primeros encuentros de este espacio fue ver el teatro como puente entre creadores de Cuba y Estados Unidos, algo que durante años se ha ido consolidando. Para confirmarlo se presentó el texto Ser Cuba, de Melinda López, publicado por la Casa Editorial Tablas Alarcos y se realizó una lectura dramatizada de textos de la propia autora.
Melinda, descendiente de cubanos y residente en los Estados Unidos, se apropia de cuentos de su abuela para, hablar de Cuba, de las diferentes formas de ser cubanos, de las reacciones de una madre ante la partida de su hijo, la familia, los afectos.
“Nuca pensé escribir de Cuba para cubanos, pero es un país que se quiere conocer mucho en los Estados Unidos y los personajes son en cierta medida mi familia, los cuentos que me hacían mis padres. Además el teatro es algo del corazón, no del cerebro; porque cuando el público llega al teatro quiere sentirse como el protagonista”, explicó Melinda.
Durante el debate Alberto Sarraín, quien tradujo la obra, destacó que a pesar de haber sido escrito en inglés, emplea un lenguaje bien cubano que mezcla tragedia, seriedad y comedia.
El Centro de Convenciones Santa Cecilia, sede de los momentos teóricos, también acoge presentaciones de libros, la exposición Deshaciendo carpas de polvo en el peso del olvido, homenaje a los 10 años de la Galería Raúl Oliva y el Centro de Estudios del Diseño Escénico (CEDE), iniciativas del desaparecido diseñador cubano Jesús Ruiz.
Los amantes de la crítica pueden disfrutar de los encuentros con teatristas de varias de las obras en exposición, permitiendo develar secretos y curiosidades de las puestas, mientras que el público puede asistir al desmontaje de algunos espectáculos y apreciar de cerca la estética y retos de cada pieza.