“Si lo que estamos viendo ahora es el resultado de un aumento promedio de un grado, imagine usted lo que podría ser si rebasamos los dos grados”, afirmó el diplomático mexicano Luis Alfonso de Alba, embajador designado por el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, como el responsable de preparar la Cumbre sobre Cambio Climático.
El evento fue convocado por el titular de la ONU y ha previsto reunir a los líderes mundiales en Nueva York en septiembre del 2019.
En entrevista concedida al sitio web Noticias ONU en septiembre, Alfonso de Alba advierte de las catastróficas consecuencias que habrá si no se logra mantener el aumento de la temperatura media del planeta por debajo de los dos grados, y destaca que cada día que pasa será más costoso detener ese aumento.
El funcionario afirmó que la convocatoria a la Cumbre surge de la preocupación del Secretario General de la ONU ante la perspectiva de que “las metas que nos fijamos en el Acuerdo de París no pudieran alcanzarse. Más aún, cuando el nivel de compromiso que se acordó en París sigue estando muy por debajo de lo necesario”… y apunta: “necesitamos ir más allá, y para eso está haciendo este llamado a los jefes de Estado”.
Agregó que la Cumbre tiene también el propósito de involucrar un número de actores más allá de los Gobiernos; y en este sentido cita al sector privado, organizaciones de la sociedad civil, gobiernos locales, así como a la opinión pública, para que se conozcan los peligros a que enfrentamos si no alcanzamos las metas necesarias.
“Si vemos lo que está ocurriendo actualmente nos damos buena idea de lo peligroso que es el avance del cambio climático”, afirmó, y mencionó algunos de los fenómenos en curso: la elevación de los niveles del mar; la frecuencia e intensidad de catástrofes naturales, particularmente huracanes, que están afectando a muchos de los países más vulnerables, los cuales disponen de menores recursos y son víctimas no responsables del cambio climático.
Y adviertió: “Si lo que estamos viendo ahora es el resultado de un aumento promedio de un grado, imagine usted lo que podría ser si rebasamos los dos grados”.
En relación con los obstáculos que están impidiendo la aplicación del Acuerdo de París, el diplomático mencionó a quienes lo hacen por consideraciones económicas, pensando que la lucha contra el cambio climático representa un freno a los programas de desarrollo o un costo muy elevado; y apuntó que el cambio hacia una lucha activa no solo es menos costosa que las consecuencias que tendría el cambio climático a mediano y largo plazo, sino que puede representar oportunidades de negocio muy importantes en el desarrollo de las nuevas tecnologías.
Alfonso de Alba consideró que se ha hecho “demasiado tarde” para abordar el problema, si se parte de que, desde hace varios años, se tiene un diagnóstico muy claro sobre su gravedad, sobre cuáles son las soluciones y cuáles las ventajas de iniciar un proceso de transformaciones. Pero, con toda lógica, “cada día que pase será más tarde y será más costoso y más difícil detener ese crecimiento de la temperatura.”
¿Qué es lo que hay que hacer?, pregunta entonces Noticias ONU, a lo que responde el alto funcionario de Naciones Unidas:
“Existen dos áreas de trabajo importantes” —explicó— “La primera es reducir la producción de gases de efecto invernadero; es decir, hacer un esfuerzo de mitigación que permita mantener las temperaturas en los niveles actuales como mínimo y para eso hay que abandonar las energías fósiles, hay que transformar la planta productiva para que sea sostenible, hay que buscar en las nuevas energías solar y eólica para poder atajar ese problema. De manera paralela, hay que cuidar los bosques que nos ayudan a reducir las emisiones, a absorber parte de esas emisiones.
La segunda es “cuidar y atender los temas de adaptación y mitigación al cambio climático, porque es muy importante entender que somos unos cuantos los países realmente responsables de este fenómeno y la gran mayoría de los Estados son víctimas; son países que no han contribuido a crear el problema, y sin embargo lo viven y lo padecen.
“Por tanto, trabajar en la reducción de emisiones y apoyar a los países que son víctimas del cambio climático son las dos grandes prioridades que tenemos”, destaca el hombre que tiene sobre sus hombros la alta responsabilidad de organizar la venidera Cumbre de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
(Con información de: Noticias ONU)