A principios de septiembre recibimos la carta del santiaguero Rafael Ge Rosales, jubilado por una enfermedad profesional desde el 6 de marzo del presente año.
Tras seis meses de espera y de preguntar constantemente en la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social (DMTSS), todavía aguarda porque le entreguen la chequera, enfatiza quien por más de 34 años fue trabajador de la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Domingo Portela, y reside en el poblado La Ratonera, en Contramaestre.
En la instancia provincial del referido órgano —expone— solo le han notificado que carecen de respuesta para lo que él califica como “desagradable situación”. Tampoco es favorable la información del nivel nacional, desde donde contestaron que en su poder no obra el expediente de Rafael.
Empero, este subraya que en la DMTSS le expresaron que dicho documento “ya se había mandado para La Habana”.
“Para colmo me dijeron que el atraso no se va a pagar y, además, no soy el único en esta circunstancia; somos 35 jubilados de UBPC en el municipio, desesperados y sin saber a quién recurrir. No sé qué más hacer y me siento con las manos atadas”, finaliza su misiva.