Joel García, enviado especial
Bakú.— “Felicidades mi amor, bien hecho”, fue el primer mensaje que le mandó Reinier Enrich a Idalis Ortiz, minutos después que su novia alcanzara este miércoles la medalla de plata en su división (+78 kg), séptima en campeonatos mundiales de judo (2-1-4) y que dio a Cuba el octavo lugar por naciones en la lid y el sexto en el apartado femenino.
Con la sonrisa sincera, aunque el sorteo parecía el más difícil de todas las cubanas (enfrentó a la primera, la tercera y la cuarte del ranking universal), Idalis se levantó a la misma hora de siempre (6:30 a.m.), realizó el calentamiento en el tiempo justo que reclamaba su cuerpo y se estrenó dos judoguis para la competencia, esto último algo que pocas atletas hacen, pero ella lo prefiere así, cual cábala de buena suerte y esmerada presencia.
Tras quedar bye en la primera ronda, la campeona olímpica de Londres 2012 encontró en su retorno a estas lides (no estuvo en Budapest 2017) nada menos que a la coreana Kim Minjeong, primera del ranking del orbe, a quien dominó por ippón, al descalificarla con tres shidos.
El camino se abrió entonces para enfrentar a la china Yan Wang, a quien le marcó wazari y luego la inmovilizó para rematar su triunfo y avanzar a cuartos de final, donde la esperaba una joven croata Ivana Maranic, que apenas le aguantó dos minutos de combate antes de ser proyectada con una de las técnicas favorita de la cubana.
Tres horas más tarde, en jornada vespertina, Idalis peleó con una muy conocida por ella, María Suelen Altheman, con la que extendió a 13 los éxitos sin derrota en duelo personal. No obstante, fue un combate muy tenso, decidido por un wazari en regla de oro. Ya en la final cedió en tiempo extra, cuando un tercer shido por pasividad le dio la victoria a la japonesa Sarah Asahina, campeona universal de Peso Abierto y segunda en la capital húngara hace un año.
Ráfaga de jerarcas
“Normalmente para ser grande uno tiene que salir entre los grandes. Por eso, después de 1 año y cuatro meses sin entrenar y de haber enfrentado a la primera, tercera y cuarta del ranking mundial, medallistas todas en estos campeonatos, ganar esta medalla me reconforta y me hace sentir satisfecha, aunque como es lógico quería el oro. Ha sido el mundial de los que he estado en que más participantes tuvo mi división (33).
El sorteo y la psicología para enfrentarlo.
Mi primer pensamiento es siempre positivo por muy malo que sea. Un sorteo complicado como el de ahora no es la primera vez que pasa, basta con recordar el de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el torneo más importante y grande de mi vida. Cuando eso sucede el aspecto psicológico que yo misma trabajo es decirme: Idalis, tú no estás lejos de la realidad. Y así mismo fue.
“Porque con todo el período que estuve ausente, con el déficit de preparación que todavía tengo, con los problemas que todo el mundo conoce que existen para participar en topes internacionales y llegar al campeonato mundial de más atletas en mi división (33) para terminar con plata, eso lo escribe el periodista rápido y fácil, pero habla mucho de la calidad real que uno posee”.
Breve repaso de cada combate
“La coreana es una atleta que ya nos conocemos (va 4-2 favorable a la antillana el match entre ellas). Sabía que sería un combate bien difícil, porque de hecho la última vez que nos enfrentamos en San Petersburgo ella me ganó. Sin embargo, yo siempre me dije: la preocupada tiene que ser la coreana, que cayó con la doble campeona del mundo y oro olímpico, no debo ser yo. Salí a disfrutar mi judo y salió el triunfo.
“La china es una atleta que peleamos por primera vez y salí más con la perspectiva de estudiarla y convencida de que podía ganarle. Ya con la croata, que viene surgiendo ahora, la mentalidad era salir a asegurar el pase a semifinal y dejar claro que quién quisiera el oro tenía que vérselas conmigo.
“Con la brasileña, es cierto que llevo 13 victorias sin derrotas, pero es una judoca de nivel, que ha peleado conmigo por el oro en el 2013 y 2014. Aquí me hubiera gustado que se llevara el bronce, pero finalmente no pudo ser”.
¿Un shido apurado en el combate final?
“Aunque uno trabaja para manejar tácticamente el combate y el criterio de los árbitros puede determinar muchas cosas no ando escudándome en si el primer shido lo cantaron muy rápido o no. Si lo vieron así, no tengo nada contra eso, pues estaba enfrentando a una campeona del mundial de peso abierto, nacida en el país padre y madre de este deporte.
“Estaba consciente que iba a ser también un combate fuerte y que podía pasar cualquier cosa. Se tornó muy reñido, pero solo yo, por dentro, sabía que ella tenía mucha mejor preparación, que no se había tomado un 1 año y cuatro meses de vacaciones, y que lógicamente tiene condiciones materiales ideales para entrenar”.
Así y todo, ¿consideras que fue correcta la táctica?
“Las dos entramos a ese combate final con tácticas parecidas. Debo decir que llego a este mundial, por el tiempo real de preparación intensiva que tuve, haciendo muy pocas técnicas. Ahora solo hice de dos a tres técnicas, aunque tengo una gama más amplia. Durante el calentamiento observé que la japonesa se estaba preparando para esas técnicas. Entonces, al saber lo que iba a tratar de defenderme, pues traté de sacarme el máximo acumulado de shidos. Pero en la regla de oro, obviamente, me salió el tiempo de vacaciones y me sentí un poco cansada por el rigor de la competencia”.
Igual ahora a Driulis Gónzalez (siete medallas mundiales)
“Realmente no ando sacando cuentas ni me gusta comparar. Eso se lo dejo a los periodistas. Cada quien en su tiempo ha hecho lo que le tocaba. Y por supuesto, enorme respeto y admiración por Driulis, entrenadora hoy y por aquella generación de brillantes judocas. Ahora, cada vez que salgo voy a luchar por mi resultado, sin comparaciones”.
¿Qué pasará mañana en la lid por equipos?
“Es una lid también muy pareja, donde no vale solamente la mentalidad positiva individual, sino la de un equipo completo. Sin embargo, las dos medallas que aportamos Iván Silva y yo considero que son positivas para salir a ganar y tratar de conseguir otro podio”.
Kaliema y mucho agradecimiento
“Debo decir que si he tenido un apoyo y ayuda en todo momento ese ha sido el de Kaliema Antomarchi, mi compañera de cuarto, que nos puso a todos muy triste ayer porque no esperábamos ese desempeño de ellas. Las palabras que ella me dijo hoy cuando nos levantaron fueron: “Negra, ahora te toca a ti, lo que no pude hacer ayer tienes que hacerlo tú hoy”.
“En cada uno de mis combate ella estuvo presente, gritaba más que nadie desde las gradas, fue la que me ayudó desde el principio hasta el final en el calentamiento, a pesar de que tenía que regresar al hotel para el pesaje del por equipos. Esos son los gestos que poco se habla y define una medalla.
“Le agradezco a ella y al resto de mis compañeras también, que siempre estuvieron apoyándome. Al fisioterapeuta Velázquez, a los entrenadores del equipo nacional, al profesor Francisco Delgado, que está ahora con la selección de Guatemala, pero compartió conmigo las tácticas de combate ante cada contraria en este mundial. Y agradecerle al profesor Veitíaa, que estuvo dirigiendo casi desde las gradas como lo hacía antes desde el estrado”
¿Y el mensaje de tu novio?
“Ese fue el primero que leí apenas pude abrir el celular y por supuesto, sin él y sin mi familia no fuera esta Idalis”.
Al periodista solo le restaría agregar. Sí, esa Idalis, la imprescindible hoy del judo cubano.