arcía, enviado especial
Bakú.— Iván Silva se convirtió este lunes en subcampeón mundial de los 90 kilogramos y el segundo cubano que logra medallas en la historia de esta división, tras caer en regla de oro por ippón en la final contra el español de origen georgiano Nikoloz Sherazadishvili, lo cual constituyó además la primera presea de nuestra delegación en Bakú y el ascenso al octavo lugar en la tabla por naciones, cuando aún restan tres atletas más por competir.
El matancero rindió una competencia de ensueño, que incluyó cinco éxitos, cuatro de ellos por ippón y uno por wazari, en tanto exhibió en todo momento una forma física envidiable, que le valió para derrotar a rivales muy bien rankeados en la lista universal como el japonés Kenta Nagasawa (9no),en tanto no pudo hacerlo con el ibérico (3ro).
En las primeras declaraciones a la prensa acreditada, Silva, de solo 22 años, dedicó este premio a su familia y todo el pueblo de Matanzas y de Cuba, así como a su compañero de equipo Asley González, séptimo en esta propia categoría, pero imposibilitado de salir a discutir el bronce por una ruptura muscular del biceps femoral de la pierna izquierda.
Asimismo, significó que se sacrificó muy duro para esta medalla de plata, incomparable con nada de lo que anteriormente había alcanzado en su joven carrera, entre ellos, el bronce mundial juvenil del 2015 y de los II Juegos Olímpicos de la Juventud.
Con este resultado, Cuba ratificó su continuidad de alcanzar desde 1989 al menos una presea en estas lides del orbe, en tanto llegó a 76 medallas en total, de ellos 19 oros. En el caso de la selección masculina fue el regreso al podio tras su última medalla en Chelyabinsk 2014.
