Joel García, enviado especial
Bakú.— Si la vida de cualquier deportista es dura, rigurosa y con decenas de limitaciones, aquellos que tienen que vencer el primer escollo en la báscula (boxeadores, taekwondocas, luchadores y judocas) sufren el doble. Luego llega el segundo momento, en el que no siempre la recompensa termina con medallas, sino con decoroso lugar.
Melisa Hurtado, nuestra representante en 48 kilogramos en el campeonato mundial de judo que se celebra en esta ciudad, puede hacer un doctorado ya en cómo bajar de peso para estar lista en el momento preciso, aunque al final, por segundo año consecutivo, lo más que pudo conseguir fue incluirse entre las 16 primeras de su división.
En el hotel Moderno de Bakú, la capitalina rememora no solo lo vivido este jueves en la Sala Deportiva Nacional de Gimnástica, sino los sueños que andan en su mente, tal y como pudo concretarlos en el campeonato mundial juvenil del 2017, de donde regresó con bronce.
“Hoy entré a la competencia relajada. Le había prometido a mi familia que lucharía por una medalla y aunque no pude porque me encontré con la mongola Munkhbat en el tercer combate, lo más importante es que lo hice bien, a pesar de no tener a un entrenador en la esquina que me dirigiera”, comentó.
¿Y por qué no salieron, qué pasó con tu judoguis?
“El profesor Félix no estaba porque los jueces de la Federación Internacional me sancionaron antes de salir al primer combate ya que decían que tenía el kimono corto, lo cual no es verdad porque así he competido en todos los torneos internacionales. La sanción consistió en que tendría que salir sola al tatami y los entrenadores sentarse en las gradas, pero sin gritarme, porque podían expulsarlos del lugar”.
¿Te afectó ese tema como para perder la pelea de octavos de final?
“Siempre afecta, pero no fue la causa de mi derrota. Los entrenadores hablaron conmigo y estudiamos el estilo de combate de la mongola. Me faltó experiencia para enfrentarla. Por momento sentí que podía ganarle, pero me sorprendió. Aunque nunca había competido con ella no la veo invencible ni mucho menos. Reconozco que me faltó experiencia, pero si quiero llegar adonde aspiro estos golpes, estas derrotas, enseñan.
Ya fuiste bronce mundial juvenil en el 2017, pero sé que hay muchos sueños dentro de tu cabeza.
“El sueño de ser medallista a este nivel no lo pierdo. Estoy contenta porque salí a darlo todo hoy y perdí con la primera del ranking, una de las mejores del mundo. Ahora me voy a concentrar en una segunda participación en el campeonato mundial juvenil de Bahamas, previsto para las próximas semanas, porque aún conservo edad para ellos. Quiero clasificar para los Juegos Olímpicos de Tokío y vivir esa experiencia. Soy joven, tengo edad para eso”.
Abriste el camino en este campeonato mundial, pero quedan todavía nueve cubanos por competir. Una valoración de lo que pudiera pasar con el resto de los muchachos.
“No pude yo, pero mis compañeras de equipo y el conjunto masculino darán medallas a Cuba en este mundial. De eso estamos convencidos todos, a pesar de los sorteos y que la calidad aquí es altísima.
Melisa Hurtado almorzará desde hoy más tranquila y llegará a los 50 kilos sin la presión de rebajar, subir escaleras, dejar de tomar agua por casi un día y correr desesperadamente dentro de una estera. Esa es la realidad, por más que haya quedado entre las 16 primeras y mañana pueda ser campeona panamericana, olímpica y mundial.
Melisa sueña. Y todos queremos que siga así.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.