El caso que nos ocupa hoy se relaciona con otro dejar de hacer, según plantea la santiaguera Gladys Ferreiro Tamayo, pues lo que nació con las buenas intenciones de ayudar a la población tras el paso del huracán Sandy, ha devenido suplicio para los vecinos.
Entonces se construyeron 16 quioscos destinados a la venta de productos agropecuarios a precios más bajos que en otros mercados, “cosa que nunca ha sucedido”, afirma la lectora.
“Lo único que se logró es la destrucción de las aceras y los parterres” y que esas casetas obstruyan hasta la entrada de las casas convirtiéndose en verdaderas barreras arquitectónicas y monumentos al desahucio del ornato, pues casi todos están rotos.
También son fuente para indisciplinas sociales, porque grupos de jóvenes los utilizan como tribuna para escandalizar, profiriendo palabras obscenas, y echar a pelear perros, explica Gladys, quien en el 2015, se dirigió a la Dirección de Planificación Física Provincial (DPPF), en la que le dijeron que esos quioscos estaban mal ubicados, lo cual ratificaron en una visita a la calle General García, entre Miró y Goulet, en el municipio de San Luis, donde reside.
Dicho dictamen se sustenta en uno de los documentos que adjunta, fechado el 14 de enero del 2016, firmado por el máster Luis Ángel Limonta, director de la DPPF en Santiago de Cuba, y dirigido a la Oficina de Atención a la Población del territorio, en la que afirma que esas construcciones “violan las regulaciones urbanísticas y afectan a los vecinos”.
Asimismo plantea la pertinencia de que el Consejo de la Administración de San Luis evaluara la reubicación o eliminación de esos quioscos, oída la consideración de la Dirección Municipal de Planificación Física. Gladys menciona en su carta que en sus gestiones repitió la entrevista con la presidenta del gobierno en su localidad, en marzo último, quien “me prometió que para el 26 de julio ya esos quioscos no existirían y sin embargo todavía permanecen allí”. Otro ejemplo de decisiones que pudieron o no ser colegiadas entre las instancias pertinentes sin tener en cuenta las posteriores consecuencias, porque no muy buen sabor pueden dejar viandas, frutas y vegetales con el entorno descrito por la lectora.
