Ningún pueblo que lucha por su soberanía y defienda las causas justas de la humanidad, está solo. Esa fue una de las premisas que defendió el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, quien supo abrazar a muchos países hermanos en sus horas más difíciles. Una de esas naciones fue Vietnam.
“Fidel fue una fuente de estímulo y ánimo para los soldados vietnamitas”, afirmó el Excelentísimo Señor Nguyen Trung Thanh, embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Socialista de Vietnam en Cuba; en acto solemne de homenaje al Aniversario 45 de la primera visita de Fidel a esa nación.
Las emotivas palabras –cargadas de un profundo agradecimiento hacia nuestro comandante en Jefe– no solo fueron para recordar aquel día gloriosos de 1973, sino para refirmar los fuertes lazos de hermandad que existen entre dos estados que no admiten vivir sin soberanía.
“Vietnam está muy orgulloso de tener un amigo como Cuba”, aseveraba el embajador, quien junto a Esteban Lazo, miembro del Buró Político y Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Mercedes López Acea, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido, Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC y José Ramón Balaguer, miembro del secretariado del Comité Central del Partido ratificaban, una vez más, el compromiso de ambos países por mantener los vínculos hasta ahora creados.
Por tanto, al pronunciar las palabras centrales, Mercedes López Acea, ratificó la fraternidad entre Cuba y Vietnam y el respeto de la nación antillana hacia el legado que nos dejó Fidel desde ese día en que tendió una mano sincera, cuando el resto del mundo decidió mitrar hacia otro lado.