Carlos Castro Sánchez, lector de Trabajadores
Según reza un viejo refrán: vista hace fe. ¿Qué me dicen entonces los incrédulos de la secuencia de mapas que pongo antes sus ojos. ¿Y Naciones Unidas qué alega? Es evidente el despojo de tierras y la pretensión de exterminio con el respaldo, por supuesto, de los gobernantes estadounidenses y la ONU, que silencian el persistente actuar del Gobierno israelí en contra de la población palestina y, como quien calla otorga, respaldan el despojo territorial al que vienen siendo sometidos los palestinos a partir de 1947. ¿Casualidad? No, acá lo que hay es contubernio y un gran complot a favor de lo que sería el mayor genocidio en la historia.
Si de defender los derechos humanos se trata, esto es algo que ningún ser humano digno, ninguna persona honesta, debe tolerar. Como las flotillas que año tras año intentan romper el bloqueo a Gaza, el mundo entero ha de perseverar en el enfrentamiento y condena al sionismo rapaz y sus secuaces por poderosos que sean.
Aquí no cabe el cruzarse de brazos y dejar pasar ni un abuso más, ni un crimen más ni otro despojo en suelo palestino. El mundo todo haría bien en levantarse contra tales crímenes y decirles: ¡Basta ya!