¿¡Qué colectivo represento!? Lo dice y en su entonación se mezclan la admiración y la interrogante que le hago al ingeniero Fernando Antonio Ferrera Núñez, subdirector técnico del Centro Provincial de Electromedicina (CPE), de Las Tunas, quien resultó electo delegado directo al XXI Congreso de la CTC, por celebrarse en La Habana en enero de 2019.
Y es que el colectivo de esta institución, adscripta al Sindicato de la Salud, acumula méritos que le hizo acreedor de este derecho otorgado por la Central de Trabajadores de Cuba y Fernando tiene el reconocimiento de sus compañeros, por su trayectoria laboral y su vínculo constante con el sindicato.
La elección es el premio a una trayectoria enriquecida a lo largo de cinco lustros, “porque aquí hice mis prácticas laborales del cuarto y quinto años de la carrera, y, luego, mi servicio social”, recuerda Fernando, pero prefiere hablar de sus colegas y de los resultados que tradicionalmente obtienen en el ponderable objetivo de garantizar el funcionamiento de los equipos e instrumental médicos imprescindibles en estas prestaciones.
El centro
Esta institución es líder en Cuba en la recuperación de máquinas de hemodiálisis (riñones artificiales) y exponente relevante en el trabajo de la Anir, cuyos afiliados con su ingenio enfrentan los retos cotidianos que impone el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba y garantizan las sostenibilidad de los servicios y han obtenido en dos oportunidades el Premio al Mayor Impacto Económico y Social que entrega esa organización.
Bastaría para fundamentar elogios los resultados del primer semestre del actual año en indicadores claves como los coeficientes de Disposición Técnica (98,62%), de Mantenimiento (98,88%) y de Servicios Resueltos (98,65%), pero el sostenido quehacer se remonta al 25 de junio de 1985, fecha fundacional como resultado de la concepción de nuestro inolvidable Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz de construir el combinado de la salud al este de la ciudad de Las Tunas.
Fernando
“Para mí el centro ha sido, y es, una escuela de formación técnica y profesional, pero, también, de valores de responsabilidad ante el trabajo, laboriosidad, internacionalismo, patriotismo”, enfatiza Fernando y abunda acerca del papel que le atribuyen a esos asuntos y a la capacitación.
“Cuando comencé éramos alrededor de 20 trabajadores en el área técnica y hoy contamos con una fuerza técnica de 262 compañeros, todos formados aquí, quienes asumen labores en policlínicos, hospitales y otras áreas vinculadas con estas actividades en el territorio bajo nuestras atenciones metodológicas”, remarca.
Por esas razones y por otras que el espacio no permite reseñar, Fernando considera “una gran responsabilidad representar a este colectivo en un evento de tanta trascendencia para el futuro de la nación y la aspiración de edificar un socialismo próspero y sostenible, y defender esta conquista de la Revolución”, enfatiza.
“El proceso orgánico del XXI Congreso y su celebración tienen lugar en un momento histórico”, dice y argumenta con el cambio generacional en la dirección del Estado y el análisis popular del proyecto constitucional, por eso “espero que el movimiento sindical se atempere a los tiempos actuales, cambie métodos y estilos que lo hagan más atractivos para sus afiliados y que la unidad siga marcando las pautas del trabajo futuro”.