A José Martí hay que “masificarlo”, sin que eso signifique vaciarlo de su profundo sentido. El reto es grande. En tiempos de creciente impacto de las nuevas tecnologías, es necesario no perder de vista el inmenso magisterio del más universal de los cubanos. Porque José Martí, ahora y siempre, tiene mucho que hacer entre nosotros.
Estas y otras reflexiones animaron el acto en el que el pasado lunes el escritor Abel Prieto Jiménez asumió la dirección de la Oficina del Programa Martiano, una instancia que reúne y coordina los empeños de todas las entidades que se ocupan de investigar, estudiar y socializar la obra extraordinaria del Héroe Nacional cubano.
El Centro de Estudios Martianos, la Sociedad Cultural José Martí, el Movimiento Juvenil Martiano, las instituciones culturales y las escuelas tienen que funcionar como un sistema orgánico a la hora de promover, en todos los ámbitos, el quehacer, las enseñanzas, el pensamiento de Martí.
Se ha hecho mucho, pero se puede hacer más. Es vital que el mensaje llegue a los medios tradicionales, pero también a las redes sociales de internet. Eso hay que lograrlo con sensibilidad e inteligencia, porque se corre el riesgo de frivolizar el legado martiano.
José Martí es el puntal de la cultura cubana y puede ser (de hecho, es) guía para la lucha permanente contra todas las discriminaciones, en pos de la dignidad plena del hombre. Abel Prieto está convencido de la importancia de la tarea que tiene por delante. Cuenta con una inspiración: el trabajo, la pasión y el empeño de Armando Hart, que dirigió la Oficina del Programa Martiano hasta su muerte.
En el acto, que tuvo lugar en el Centro de Estudios Martianos, participaron el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Víctor Gaute; el Primer Secretario del Comité Provincial del PCC en La Habana, Luis Antonio Torres Iríbar; el presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular en la capital, Reinaldo García Zapata, y el ministro de Cultura Alpidio Alonso, entre otros funcionarios e integrantes de las disímiles instituciones martianas.