Las ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), y de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, acompañan las cenizas de Carilda Oliver Labra, fallecida este miércoles 29 de agosto, a unos días de haber cumplido los 96 años de existencia.
El tributo de despedida fue encabezado por Mercedes López Acea, miembro del Buró Político; y Víctor Gaute, ambos miembros del Secretariado del Comité Central del Partido. Estuvieron presentes, además, personalidades de la cultura, intelectuales, artistas y matanceros de varias generaciones.
Teresa Rojas Monzón, primera secretaria del Partido en Matanzas, y Tania León Silveira, presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular, hablaron del cariño y la admiración del pueblo matancero y de toda Cuba por la autora del Canto a Fidel.
Víctor Gaute aseguró que Carilda sintetiza como nadie ese hecho cultural que se denomina Matanceridad y recordó los estrechos vínculos de la poetisa con Fidel.
En su casona colonial de la Calzada de Tirry 81, en plena ciudad de Matanzas, la voz de Alpidio Alonso, ministro de Cultura, reconoció con pesar que la muerte de Carilda constituye un duro golpe para la cultura en la nación, por ser una mujer que estuvo a la vanguardia, le cantó a Matanzas y a su patria.
Nancy Morejón y Antón Arrufat, Premios Nacionales de Literatura, expresaron el dolor ante la pérdida de la amiga, destacaron su obra poética, y que su ambición era que toda la tierra de Cuba estuviera sobre su cuerpo, sobre su cadáver, como lo expresó en el poema La Tierra, que aparece reflejado en una tarja en una calle de La Habana Vieja.
El vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba Luis Morlote Rivas, expresó que no fue pura formalidad que los jóvenes decidieran entregar a Carilda el Premio Maestro de Juventudes, porque ella es eso, una maestra de generaciones, es de esas personas que tiene una inmensa obra intelectual y también popular, en su casa siempre cupo la isla entera.
Toda la obra de Carilda Oliver Labra, figura esencial de la cultura cubana, fue un canto a la vida, significó Alpidio Alonso, ministro de Cultura, durante las exequias de la Premio Nacional de Literatura, realizadas en la tarde de este miércoles en la casona donde ella viviera.
Adiós, locura de mis treinta años,
besado en julio bajo luna llena
al tiempo de la herida y la azucena.
Adiós, mi venda de taparme daños.
Adiós, mi excusa, mi desorden bello,
mi alarma tierna, mi ignorante fruta
estrella transitoria que se enluta,
esperanza de todo por mi cuello.
Adiós, muchacho de la cita corta;
adiós, pequeña ayuda de mi aorta,
tristísimo juguete violentado.
Adiós, verde placer, falso delito;
adiós, sin una queja, sin un grito.
Adiós, mi sueño nunca abandonado.
Carilda Oliver Labra