Como el más tácito homenaje al cumpleaños 92 de Fidel Castro, el hombre que le propuso a los cubanos leer en vez de creer, esta porción de la Mayor de las Antillas que es Matanzas una vez más este 13 de agosto ejerció su legítimo derecho a opinar soberanamente sobre el Proyecto de Constitución.
En cuatro colectivos laborales matanceras y matanceros escrutaron la propuesta de lo que será la nueva Carta Magna, un texto evaluado en asambleas de consultas pilotos que marcaron el inicio del proceso pactado para concluir el 15 de noviembre.
Con el mismo desenfado con el que se discute de pelota en cualquier espacio yumurino, modificaciones, sugerencias y adiciones fueron expresadas, muestra fehaciente de que estos encuentros no son nada formales.
“En prepararse está la clave, la única manera de aportar o de saber por qué votaremos cuando se realice el referendo”, aseguró Juan Carlos Castellanos, jefe de recursos humanos del referido Grupo Empresarial, quien, además, destacó la relevancia de un contenido atemperado a los nuevos tiempos.
El veterano empleado Ramón Cervantes ponderó la posibilidad de participar en la construcción de una Ley que expresa el carácter democrático de un país que alcanzó su independencia en enero de 1959 para no perderla jamás. “Este proyecto es la mejor vía para seguir perfeccionando nuestro Socialismos”, afirmó.
En el Estado Mayor del Ejército Central, diversas intervenciones de oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y trabajadores civiles coincidieron en que el proyecto sometido a debate es la Carta Magna que necesita el país, por ser revolucionaria y actualizada.
Los debates conducidos por el Coronel Antonio Álvarez Blanco, segundo jefe de la Sección Política, ratificaron el carácter irrevocable del sistema socialista cubano.