Alrededor de 5 mil campesinos de todas las regiones de Brasil participan desde el pasado viernes y hasta el 15 de agosto en la Marcha Nacional Lula Libre, que encabeza el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), en favor de la liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La movilización se inserta en el llamado del Partido de los Trabajadores (PT) a reunirse este miércoles en la capital, en una masiva manifestación para demandar que se cumpla el derecho a la inclusión del exmandatario en las elecciones de octubre próximo.
La caminata comprende un total de 50 kilómetros en un lapso de cinco días hasta arribar a Brasilia. Los participantes se encuentran divididos en tres grupos: uno que partió de la ciudad de Formosa, otro de Luziânia, y los demás desde Engenho (en el propio Distrito Federal), con el objetivo de que todos lleguen el martes 14 al sitio de encuentro con otros grupos sociales y activistas.
Con esta acción, el MST quiere mostrar, además, el rechazo de la ciudadanía a las reformas económicas del mandatario no electo Michel Temer y llamar la atención sobre la crisis económica y política que padece la nación.
El diputado del PT Nilto Tatto destacó que “es la primera vez en la historia del país que usted ve un proceso de movilización social, en el que el pueblo, los movimientos sociales, la sociedad civil organizada y varios partidos políticos —incluso los que tienen candidatura propia— se organizan y se solidarizan para exigir la libertad del expresidente Lula y garantizar que participe en el proceso electoral”.
Da Silva cumple prisión política desde hace más de 120 días, después de que el tribunal de apelaciones de Porto Alegre (TRF-4) aumentara su condena a 12 años y un mes de cárcel, y ordenara la ejecución inmediata de la sentencia.
Según la Constitución brasileña, el principio de presunción de inocencia debe mantenerse hasta que se agoten todos los recursos de apelación. Sin embargo, un entendimiento del 2016 del Superior Tribunal Federal (STF) abrió la posibilidad de que algunos condenados pudieran ser privados de libertad una vez ratificada la sentencia en segunda instancia.
Los movimientos populares consideran que es en el STF donde puede ser debatida y deliberada inmediatamente la libertad de Lula, por eso llevan adelante sus acciones de masas.
El pasado viernes, ocho aspirantes a la presidencia realizaron el primer debate televisivo; un espacio donde Lula —el gran favorito según todas las encuestas— no pudo estar, debido a una orden de la jueza Bianca Arenhart. | Con información de PL y Telesur