En cada esquina, en los parques, en la bodega, en la zonas wifi… no importa el lugar, el tema de conversación hoy es lo que se dice en el Proyecto de Constitución de la República de Cuba. Que si se permite el matrimonio entre dos personas, sin especificidades de géneros, que si se prescribe la no concentración de la propiedad privada, que si quitaron tal palabra, esos y otros temas no han esperado la llegada del 13 de agosto para comenzar a debatir en las calles.
En Camagüey, en la primera tirada se distribuyeron 41 mil 200 ejemplares, números que disminuyeron rápidamente en las primeras horas. “Esto es algo que interesa mucho”, dicen algunos de esos primeros compradores.
Para Juan Manuel Guerrero Guerra, secretario de la CTC en el municipio de Santa Cruz del Sur, “es una oportunidad única de que todos demos nuestra opinión y formemos parte de algo tan importante. El proyecto es un reflejo del verdadero carácter democrático de la Revolución. Es una constitución de estos tiempos que patentiza el carácter participativo del pueblo ya que podremos decir lo que queramos”.
Eso, permitir que la Constitución se forje con cada cubano, es la esencia de este proceso de consulta que iniciará el próximo 13 de agosto y concluirá el 15 de noviembre. Por ahora funcionarios gubernamentales, dirigentes de organizaciones políticas y de masas, y miembros de direcciones administrativas se preparan.
En las asambleas en las que se discutirá el documento debe prevalecer el respeto, la organización para poder recoger y anotar todas las propuestas que se realicen.
El debate contribuirá a actualizarnos de la mejor manera, atemperándose a lo que piensa el que barre calles, el que vende el pan, el doctor, el jefe… el pueblo.