Pedro Roberto Alambares, custodio de la fábrica de galletas Yumurí, se adelantó en hablar primero. “Nadie como él se preocupa por todo. Por el compañero enfermo, la pieza rota, en cómo puede ayudar aquí o allá. Propongo a Yosvany Rivero González”, dijo y un aplauso, largo y definitivo, vino después.
Solo se mencionó el nombre del infatigable anirista y así quedó, unánime, rotunda, la elección del único delegado directo del Sindicato Provincial de Trabajadores de la Industria Alimentaria y la Pesca (SPTIAP), en Matanzas, a las sesiones finales del XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
“El legado del Che nos acompaña siempre. Somos fruto de su imperecedero ejemplo”, afirmó emocionado Rivero González, al agradecer el gesto de sus compañeros de labor, comprometidos con no dejar que el plantel detenga sus veteranas máquinas, como le solicitara el Guerrillero Heroico cuando a inicios de los 60 del siglo pasado visitara la importante industria.
“Salvar los equipos, como él nos convocara, es la misión que asumo con la inmensa alegría de pertenecer a un movimiento de innovadores que recupera máquinas con más de 80 años de explotación, para que el pueblo siga recibiendo un producto tan gustado como las galletas”.
El cumplimiento eficiente de los planes productivos, óptimo desempeño de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores y el funcionamiento sindical se conjugaron para conceder tan alto honor a este colectivo, aseguró Mercedes Hernández Morgan, secretaria general del SPTIAP, sindicato con un total de 6 mil 351 afiliados.
Con la de enero del 2019, fecha de la fase final del XXI Congreso, Yosvany Rivero González completará su segunda participación en citas de esta relevancia, como ya lo hiciera un lustro atrás.