Danza Contemporánea de Cuba (DCC) inicia este viernes su temporada de verano en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. En esta oportunidad, la compañía estrenará la obra La segunda piel, de uno de sus coreógrafos residentes: Julio César Iglesias.
“Se trata de un montaje que pretende explorar lo que no se ve a simple vista, lo que contiene el vaso, lo que está dentro del libro, lo que no es obvio, lo que no se ve aunque se sienta. Todo eso lo conecto con la cotidianidad, con el día a día”, afirma.
Artista residente del TanzHausNRW, de Dusseldorf, Alemania, Iglesias asegura que esta pieza será totalmente diferente de otras que ha montado para DCC: desde los movimientos, la escena, la música, la proyección, el sentido y las sensaciones que quiere lograr con los bailarines y el público.
“Es una continuidad de mi trabajo aquí, pero al mismo tiempo es otra cosa. Yo lo asumo como si estuviera haciendo cine. Yo trabajo con imágenes, como si estuviera armando una película. Interactúo con los bailarines, y los resultados lo voy metiendo en el saco, después voy eliminando, armando. Me gustan las cosas que impliquen a las personas, que sean imperfectas e incompletas, como la vida”.
Como parte de la pieza, Danza Contemporánea de Cuba ha invitado a uno de los músicos más celebrados y seguidos del technoindustrial alemán, Inhalt der nacht, quien interpretará en vivo, durante las tres noches, la música de la coreografía sobre el escenario de la sala García Lorca del Gran Teatro.
“Será muy interesante. Y el proceso de montaje ha sido muy intenso. Me gusta trabajar con pocos bailarines, para no perderlos de vista. Es una relación de mutuo beneficio: yo les entrego y ellos me entregan”.
La temporada de verano de Danza Contemporánea, que se extenderá hasta el domingo 5 de agosto, incluirá también la reposición de Identidad a la -1, de George Céspedes, segunda pieza de una trilogía completada por Mambo 3XXI y Matriaetnocentra.
Danza Contemporánea siempre sorprendiendo